Porque es áspera y fea,
porque todas sus ramas son grises
yo le tengo piedad a la higuera.
En mi quinta hay cien árboles bellos,
ciruelos redondos,
limoneros rectos
y naranjos de brotes lustrosos.
En las primaveras
todos ellos se cubren de flores
en torno a la higuera.
Y la pobre parece tan triste
con sus gajos torcidos, que nunca
de apretados capullos se viste…
Por eso,
cada vez que yo paso a su lado
digo, procurando
hacer dulce y alegre mi acento:
“Es la higuera el mas bello
de los árboles todos del huerto”.
Si ella escucha,
si comprende el idioma en que hablo,
¡Que dulzura tan honda hará nido
en su alma sensible de árbol!
Y tal vez, a la noche,
cuando el viento abanique su copa,
embriagada de gozo le cuente:
“Hoy a mí me dijeron hermosa”.
Juana de Ibarbourou
Una respuesta a «La higuera»
Con pico y pala se defiende la chumbera, apartando con dolor agudo el tremendo de no ser querida.
Porque supo de una higuera indefensa que negó su fruto a Dios y murió de maldición seca, fuera de temporada, incomprendida y olvidada.
A tal punto que en según cuáles evangelios reproducen, decoran u ocultan lo sucedido con la pobre higuera.
Aprovecho para recordar al público parte de un poema de T.S. Eliot
“Aquí damos vueltas a la chumbera,
A la chumbera, a la chumbera.
Aquí damos vueltas a la chumbera
A las cinco en punto de la mañana.
Entre la idea
Y la realidad,
Entre el movimiento
Y el acto
Cae la Sombra
Porque tuyo es el Reino
Entre la concepción
Y la creación
Entre la emoción
Y la respuesta
Cae la Sombra
La vida es muy larga
Entre el deseo
Y el espasmo
Entre la potencia
Y la existencia
Entre la esencia
Y el descenso
Cae la sombra
Porque tuyo es el Reino
Porque tuyo es
La vida es
Porque tuyo es el
Así es como el mundo acaba
Así es como el mundo acaba
Así es como el mundo acaba
No con una explosión sino con un gemido.”
T.S. Eliot