¡Se me mueren! Han vivido
con fidelidad: cristianos
servidores que se honran
y disfrutan ayudando,
complaciendo a su señor,
un caminante cansado,
a punto de preferir
la quietud de pies y ánimo.
Saben estas suelas. Saben
de andaduras palmo a palmo,
de intemperies descarriadas
entre barros y guijarros…
Languidece en este cuero
triste su matiz, antaño
con sencillez el primor
de algún día engalanado
Todo me anuncia una ruina
que se me escapa. Quebranto
mortal corroe el decoro.
Huyen. ¡Espectros-zapatos!
Jorge Guillén
Antología personal
2 respuestas a «Muerte de unos zapatos»
¡¡Genial !! Me encantó!! Uno llega a compadecer a esos pobres y fieles zapatos. Muchas gracias.
Y hablando de zapatos, recordé una carta muy ingeniosa del escritor mexicano Juan José Arreola, que se llama “Carta a un zapatero que compuso mal unos zapatos”, Es amena y recomendable. Saludos.