El pastor Morrow y el autismo

El pastor de una iglesia baptista de Missouri se ha retractado de unos comentarios en los que afirmaba que el autismo está causado por fuerzas «demoníacas». Rick Morrow, de la Iglesia Beulah en Richland, Missouri, recibió fuertes críticas tras los comentarios realizados durante su sermón del 6 de septiembre de 2023.

Morrow afirmó que el autismo puede tratarse si «simplemente se expulsa al demonio». Y añadía: «conozco a un pastor que ha visto a muchos niños que son autistas, que echó fuera al demonio, y se curaron, y luego tuvo que orar y su cerebro fue recableado y se arreglaron». Morrow también dijo a su congregación. «Si no es demoníaco, entonces tendremos que asumir que Dios los hizo así -y continuó-  ¿Por qué mi hijo tiene autismo? Bueno, o el diablo los ha atacado, les ha traído esta enfermedad, los tiene donde quiere o a Dios simplemente no le gustan mucho, y los hizo así. Bueno, mi Dios no hace basura. Dios no hace chapuzas».

Es terrible la mezcla de ignorancia, soberbia, falta de respeto y estulticia que revelan esas palabras. El daño que algo así hace a las familias, creyentes y no creyentes, no se puede minusvalorar. El autismo no es una enfermedad, es un trastorno o condición de nacimiento, no hay nada demoníaco en estas personas sino todo lo contrario, muchas veces bondad, inocencia y honestidad, y evidentemente hay muchas cosas malas en este mundo incluidos clérigos estúpidos pero si tengo una cosa clara es que nadie es responsable del autismo, desde luego no las personas que lo sufren ni sus familias.

En nuestro mundo moderno donde la información falsa viaja mucho más rápido que la veraz, esta búsqueda de culpables y castigo de los inocentes alcanza rápidamente una amplia difusión. El vídeo de los comentarios de Morrow permanece en la página de Facebook de la iglesia de Beulah y ha sido visto más de 100.000 veces. El post ha recibido más de mil comentarios, muchos de ellos de personas que muestran su indignación. Lo único bueno es que la mala fama hace recapacitar a algunos cuyos ingresos dependen de la aprobación de sus seguidores. Al dirigirse de nuevo a su congregación, Morrow dijo que los niños con autismo no son basura, sino que lo es el propio trastorno. No creo que usase ese calificativo para el autismo, pero lo que sí es basura es ese sermón.

El caso tuvo algunos coletazos más. Morrow era miembro del Consejo de Educación de las escuelas de Stoutland, algo parecido a nuestros consejos escolares. Se creó una petición en Change.org pidiendo la destitución de Morrow del consejo y Morrow dimitió de su cargo a los pocos días. Es temible que alguien con ideas ridículas y que fomente bulos y odio sin ninguna base científica pueda tener voz y voto en ámbitos tan importantes como la educación. Me temo que pasa en todas partes y a menudo tenemos a algunos responsables políticos haciendo el ridículo y demostrando su ignorancia.

Las familias también reaccionaron. Un grupo de padres que tienen hijos con autismo se manifestó en contra de Morrow y sus comentarios. Samantha Jaramillo, una madre que gestiona la página Autism and You en Facebook, calificó a Morrow de «falso profeta» y dijo que sus palabras eran «un ataque a la comunidad con necesidades especiales». «Lo que dijo el pastor Rick Morrow no sólo fue ignorante, sino peligroso», dijo Jaramillo, que tiene un hijo con autismo. «Imagina que alguien sube a un púlpito y predica que tu hijo es basura, dijo. La gente confía en ti para que les guíes en su fe. Te buscan para que les guíes hacia el Señor. Qué triste que te aproveches por completo. Qué triste que desprecies tantas vidas». Otros compartieron los mismos sentimientos, incluida Mia Daugherty, otra madre de un muchacho con autismo. Ella dijo que esperaba que nadie en el espectro autista tuviera que escuchar el sermón de Morrow. «Nunca voy a pensar que yo o mis hijos u otras personas que conozco y amo y que tienen autismo son demoníacos», dijo Daugherty en un post de Facebook. «Fueron hechos exactamente como debían ser hechos. Esto no es predicar el amor. Estoy muy triste escuchando esto. No volveré a pisar esa iglesia». También ha habido una reciente oleada de vídeos de TikTok denunciando los comentarios del pastor. Es parte del dolor de unos padres cuando ven que atacan a sus hijos inocentes e indefensos. Ha pasado, pasa y, si no alzamos la voz, seguirá pasando.

Durante siglos hemos buscado culpables a la enfermedad mental y a los trastornos del neurodesarrollo, hemos encerrado, estigmatizado, despreciado y excluido a personas que no tenían culpa de nada y que en la mayoría de los casos podían hacer una contribución útil a la sociedad. Los que no pueden, necesitan aún más nuestro compromiso y empatía. La religión es una fuente de consuelo, alegría y apoyo para muchas personas, pero precisamente por eso, cuando alguno de sus miembros significados no está a la altura, sentimos un rechazo especial, porque en teoría son personas que consagran su vida al servicio a los demás y piensan que hay un momento en el que nos tocará rendir cuentas. Me temo que los que hayan hecho daño a niños, serán los peor parados si de verdad se evalúa nuestro desempeño en esta vida.

 

Para leer más:

José Ramón Alonso

CATEDRÁTICO EN LA Universidad de Salamanca

Neurocientífico: Producción científica

ORCIDLensScopusWebofScienceScholar

BNEDialNetGredosLibrary of Congress


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