Santiago Ramón y Cajal es un científico esencial en el estudio del cerebro, una de las figuras indiscutibles de la Neurociencia mundial. Es también una persona de referencia en el renacimiento de la ciencia en España tras la tragedia del 98. Es uno de los regeneracionistas que agrupados bajo el liderazgo de Costa buscan un avance que aleje a España de las miserias políticas, científicas y sociales de la época. Es también un verdadero patriota, un hombre comprometido que preside la Junta de Ampliación de Estudios desde su creación en 1907, una institución que inicia una reforma universitaria y hace avanzar con pasos de gigante la ciencia española de comienzos del siglo XX. Pero como se hacía antes con los toreros y ahora con los deportistas, la figura de Cajal, se santifica y mitifica, es un “monstruo”, un “sabio”, un genio. Así, al concederle propiedades y capacidades sobrenaturales también le deshumanizamos y le alejamos de nosotros. Quizá otro Ramón y Cajal nos ayude a entender el avance de la Ciencia por las labores más modestas, el azar y las pasiones en la vida del científico y las personas que le rodean y también y sobre todo, que la Ciencia es hecha por hombres y por mujeres, no por superhombres sobrenaturales sino por personas normales como los estudiantes a los que damos clase.
Santiago Ramón y Cajal tiene un hermano, llamado Pedro que fue también neurocientífico y que ha sido ignorado por la Historia, oculto bajo la enorme sombra de Santiago. Pedro Ramón y Cajal nació el 23 de octubre de 1854 en Larrés (Huesca). Es el segundo hijo (el primero era Santiago y luego vendrían dos hermanas: Pabla y Jorja) de Justo Ramón y Antonia Cajal. Justo Ramón decide que sus dos hijos sean médicos, lo mismo que él había conseguido con una voluntad de hierro, aprendiendo a leer por su cuenta y trabajando como barbero para sustentarse mientras estudiaba el bachillerato y luego en la universidad, primero como practicante y luego como médico. Santiago quería dedicarse al arte, a pintar, pero su padre le obliga a estudiar Medicina. Pedro estudia bachillerato en Huesca pero su vida toma un giro espectacular y dramático a los 17 años. Habiendo suspendido una asignatura del último curso de bachillerato y temblando ante la posible reacción de su padre, que debía ser un hombre terrible, inicia junto con un amigo una fuga que les lleva, a pie, desde Huesca a Burdeos, donde embarcan como polizones en la Queen, un barco de vela con destino a Sudamérica. Al ser descubierto por la tripulación, los dos muchachos son sometidos a una brutal costumbre marinera: son pasados por la quilla. Consiste en atarles una larga cuerda a cada brazo y arrastrar cada una de las maromas a lo largo de las amuras de babor y estribor, los costados del barco. Si mueren ahogados, sus cuerpos serán entregados al mar. Si se salvan, serán aceptados como miembros de la tripulación. Afortunadamente los dos muchachos
sobreviven y se incorporan a las tareas del barco. Sin embargo, las peripecias del viaje transatlántico no terminan allí. Debido a la falta de viento, la singladura se prolonga mucho más de lo planeado, durante tres meses. Esto hace que escaseen los víveres y el agua, que se han de racionar y surgen peleas y discusiones entre tripulantes y pasajeros. En una de esas broncas, Pedro Ramón hiere a un italiano con el mango de una cuchara, tras lo que los compatriotas de éste deciden arrojarle por la borda. Un marinero intercede y consigue salvarle la vida, aunque es puesto en el cepo durante varios días. Pedro Ramón llega a Uruguay que vive en ese momento una época convulsa. Acaba de terminar la guerra de la Triple Alianza y Uruguay está en una situación dramática, con una epidemia de cólera, la economía derrumbada y continuas asonadas y levantamientos populares. Al llegar, Pedro Ramón se incorpora a las filas revolucionarias del coronel Timoteo Aparicio,
un guerrillero que ha puesto en jaque a las tropas gubernamentales pero que después de casi tomar Montevideo se ha dirigido al interior del país, donde sus tropas sufren serias derrotas. Pedro Ramón empieza como soldado y participa en varias escaramuzas, siendo herido en combate. Sin embargo, disfruta aquella vida al aire libre y de aventuras continuas, enamorándose de la pampa. Pronto pasa a ser secretario del coronel, que no sabe leer ni escribir. Tras años de aventuras, Cajal y un compañero italiano deciden desertar del ejército revolucionario, llevándose el caballo y la pistola del coronel. Son apresados, juzgados y condenados a muerte. Afortunadamente, la familia del italiano se entera de su situación desesperada, moviliza al cónsul de Italia y por la intercesión de éste y luego del cónsul de España, que es a su vez alertado por el cónsul italiano, Cajal y su compañero salvan la vida, y son sacados de allí y embarcados camino de España. Han pasado 7 años cuando vuelve a ver las torres del Pilar desde el tren que le lleva a Zaragoza.
En ese momento, en una parada de pocos minutos en el apeadero de la Química, sugiere a sus compañeros de viaje bajar a tierra y rezar una oración a la virgen. No es escuchado y lo hace él solo. Según algunas fuentes un descarrilamiento y según otros una explosión hace que sus vecinos del departamento del tren mueran mientras que él salva nuevamente la vida. Su devoción a la virgen del Pilar, a quien considera su benefactora y la responsable de que escapara tantas veces a un destino mortal será ya una de las constantes de su vida.
De vuelta a casa, es imposible resistirse a las órdenes de su padre. A los 24 años, en 1878, ingresa en la Facultad de Medicina de Zaragoza. Un año más tarde gana por oposición una plaza de alumno interno pensionado de Anatomía y se licencia tres años más tarde, el 17 de febrero de 1881 con sobresaliente. Hasta 1888 trabaja como médico rural en la provincia de Zaragoza (en los pueblos de La Almolda y Fuendejalón) y ese año se instala en Zaragoza, donde se casa y abre una consulta, que llegará a convertirse en una importante clínica ginecológica.
En 1895 gana la cátedra de Histología de la Facultad de Medicina de Cádiz. La universidad le ayuda a organizar un laboratorio adecuado donde realiza investigaciones sobre la organización cerebral de anfibios y reptiles que se plasman en un importante número de trabajos. Cuatro años más tarde, en 1899, obtiene la cátedra de Ginecología en la Facultad de Medicina de Zaragoza. Con la obtención de esta cátedra y la posterior apertura de su clínica privada, Pedro se vuelca en esta especialidad médica. Sus publicaciones siguen desde este momento dos caminos: artículos sobre la anatomía patológica de la mujer, en especial procesos cancerígenos y, por otro lado, sigue realizando y publicando estudios sobre la organización comparada del Sistema Nervioso en paralelo con los de su hermano Santiago. En octubre de 1924, al cumplir 70 años, se jubila como catedrático de Universidad y pronuncia estas palabras
Me retiro de la palestra orgulloso de haber vivido la espléndida vida de nuestra Ciencia. En mis tiempos se han alcanzado los más trascendentales avances. La Patología, que oscilaba lánguidamente del vitalismo al organicismo, sin norte ni medida, se ha consolidado sobre bases lógicas e indestructibles; los incógnitos miasmas se han encarnado en los gérmenes. Una terapéutica racional y científica ha sustituido al empirismo secular; los métodos anatomo-patológicos han creado los fundamentos positivos de las enfermedades.
A pesar de esa jubilación en octubre de 1924, no pide su baja como médico colegiado hasta octubre de 1949, veinticinco años después, tiempo que siguió ejerciendo de médico en su clínica de Zaragoza.
Pedro Ramón es una figura desconocida por dos motivos: la enorme difusión de la figura y obra de su hermano Santiago que le convierten en un mito en España, con los aspectos positivos y negativos que ello implica, y su carácter humilde y modesto. Él mismo se define así:
Soy un investigador original y romántico que sin pretensión alguna, y solo por mera satisfacción interior, llevo consagrados más de treinta años a la contemplación de la misteriosa trama nerviosa, preferentemente en el encéfalo de los vertebrados inferiores.
Pedro Ramón fue una figura complementaria, esforzándose más que en desarrollar y prestigiar su propio nombre, en respaldar y ayudar la investigación de su hermano Santiago. Así, puso siempre a disposición de él todo su trabajo, todas sus preparaciones, todos sus hallazgos. Las maravillosas impregnaciones argénticas del lóbulo óptico de anfibios, reptiles y aves, con la demostración de arborizaciones terminales de axones aportaron la evidencia que Santiago Ramón buscaba para confirmar la Teoría Neuronal. Sus preparados fueron clave también para el establecimiento de la Ley de la Polarización dinámica de axones y dendritas. Como segundo aspecto crucial, Pedro comprueba en su investigación, fundamentalmente en vertebrados anamniotas, todos los datos y observaciones que Santiago va encontrando en mamíferos, permitiendo su generalización. De este modo, renuncia voluntariamente a cualquier primacía científica a cambio de reforzar y demostrar la universalidad de las observaciones de su hermano. Según él mismo describe, su objetivo era
comprobar en los vertebrados inferiores (batracios, reptiles y aves) los descubrimientos que en constante comunicación me participaba en cartas que parecían, algunas, comunicaciones. Yo le enviaba mis resultados, y a veces ellos le decidían a una acción o le obligaban a desistir de una idea.
Pedro Ramón y Cajal se convirtió así en el mejor ayudante de su hermano Santiago, jamás peleando por la fama y siempre feliz de poderle ser útil y estando siempre a su lado.
Una de mis mayores satisfacciones fue la de ser el único amigo y confidente de mi hermano Santiago.
A pesar de todo ello, una mirada a su lista de publicaciones hace evidente la importancia y calidad de su trabajo, que le convierten, por méritos propios, en una de las figuras históricas de la Neurociencia española. Algunos de sus trabajos más importantes sobre la estructura comparada del sistema nervioso central son los siguientes:
- Aparato óptico central de las aves, reptiles y batracios (ha. 1890) Comunicación a la Sección 1ª de Anatomía. 1-2 pp.
- Las fibras colaterales de la sustancia blanca en la médula de las larvas de los batracios (1890) Gaceta Sanitaria de Barcelona. Octubre. Año II, n° 2: 78-89.
- Investigaciones de histología comparada en los centros ópticos de distintos vertebrados (1890). Memoria para la obtención del grado de doctor leída ante el Claustro de la Facultad de Medicina. Universidad Central. Facultad de Medicina de Zaragoza. Madrid. Imprenta Colonial: 1-47.
- Notas preventivas sobre la estructura de los centros nerviosos (1890) Gaceta Sanitaria de Barcelona, Año III, n° 1: 10-18.
- El encéfalo de los reptiles (1891) Trabajos del Laboratorio de Histología. Facultad de Medicina de Zaragoza: 1-33.
- Investigaciones micrográficas en el encéfalo de los batracios y reptiles. Cuerpos geniculados y tubérculos cuadrigéminos de los mamíferos (1894) Trabajos anatómicos, Facultad de medicina de Zaragoza: 1-88.
- Las células estrelladas de la capa molecular del cerebelo de los reptiles (1896) Revista Trimestral Micrográfica, 1: 221-222.
- Estructura del encéfalo del camaleón (1896) Revista Trimestral Micrográfica, 1: 131-167.
- Los corpúsculos nerviosos de axón corto o células sensitivas de Golgi en los vertebrados inferiores (1897) Revista Trimestral Micrográfica, 2: 29-32.
- El fascículo longitudinal posterior en los reptiles (1897) Revista Trimestral Micrográfica, 2: 153-162.
- Centros ópticos de las aves (1898) Revista Trimestral Micrográfica 3: 141‑197.
- Adiciones a nuestros trabajos sobre los centros ópticos de las aves (1899) Revista Trimestral Micrográfica 4: 77-85.
- La célula piramidal del cerebro en los reptiles (1899) Revista Trimestral Micrográfica 4: 73-76.
- El lóbulo óptico de los peces teleósteos (1899) Revista Trimestral Micrográfica 4: 87-107.
- Ganglio basal de los batracios y fascículo basal (1900) Revista Trimestral Micrográfica 5: 23-35.
- Algunas reflexiones sobre la doctrina de la evolución orgánica de los corpúsculos piramidales del cerebro (1902) La Clínica Moderna. Año 1, n° 1: 17-25.
- Origen del nervio masticador en las aves, reptiles y batracios (1904) Trabajos del Laboratorio de Investigaciones Biológicas. Universidad de Madrid 3: 153-162.
- Experiencias sobre los cambios de color de la piel del camaleón (1908) Asociación Española para el Progreso de las Ciencias: 1-9.
- Nuevo estudio del encéfalo de los reptiles (1917) Trabajos del Laboratorio de Investigaciones Biológicas de la Universidad de Madrid 15: 83-100.
- Nuevo estudio del encéfalo de los reptiles (1918) Trabajos del Laboratorio de Investigaciones Biológicas 16: 309-333.
- El cerebro de los batracios (1922) Libro en Honor de D. S. Ramón y Cajal. Tomo I: 13-60.
- Algunas reflexiones sobre la doctrina de la evolución de los corpúsculos piramidales del cerebro en la escala de los vertebrados (1938) Revista de la Sociedad Ibérica de Ciencias Naturales: 3-4.
- Lóbulos ópticos de las aves (1943) Trabajos del Instituto Cajal 35: 3-20.
- El cerebro de los batracios (1946) Trabajos del Instituto Cajal 38: 41-111.
La ciudad de Zaragoza le hizo un homenaje en 1949 al cumplir 96 años, solo un año después de dejar la consulta. Pedro Ramón y Cajal manifestó ser contrario a distinciones y homenajes y sin embargo habló de los honores conseguidos: “Los honores que he logrado han sido muy grandes; ser español, ser aragonés, ser médico y ser hermano de Santiago”:
Murió el 10 de diciembre de 1950, dos meses después, tras 55 años de práctica clínica y más de 60 de dedicación a la investigación.
Aún con esa alergia a los homenajes, los vecinos de Ayerbe, el pueblo donde vivieron de niños los Ramón y Cajal les dedicaron un precioso recuerdo: los dos gigantones que participan en las fiestas del pueblo tienen dos nombres muy curiosos: Santiaguet y Perico; es decir, Santiago y Pedro, los dos hermanos Cajal.
Para leer más:
- De Carlos Segovia JA (2001) Los Ramón y Cajal: Una Familia Aragonesa. Ed. Diputación General de Aragón. Departamento de Cultura y Turismo.
- De Carlos Segovia JA, Ramón y Cajal Agüeras S (2002) Pedro Ramón y Cajal. Médico, histólogo y docente. Rev. Esp. Patol. 35: (4): 465-474
- Ramón y Cajal P (1924) Breves datos referentes a mi labor científica y docente. Clínica y Laboratorio (Zaragoza, Tercera época), tomo IV: 301-330.
- Rodríguez Martín B (1985) Vida y obra de D. Pedro Ramón y Cajal, Tesis Doctoral. Universidad de La Laguna, Facultad de Medicina.
38 respuestas a «El otro Cajal»
Esto es lo que se denomina “trabajo de y en equipo”… un investigador no busca la fama… sino descubrir… ayudar a la humanidad y a las generaciones futuras. Claro ejemplo de ello es Pedro Ramón y Cajal.
Personalmente no sabía de su obra( gracias por el artículo, José Ramón), aunque conozco, desde hace bastantes años, la de su hermano… A partir de ahora mencionaré a los hermanos Ramón y Cajal y no sólo de Santiago cuando explique las conexiones del sistema nervioso. Es un justo reconocimiento.
Y a medida que transcurre el tiempo voy asumiendo que no sólo la anatomo- fisio- patología de los humanos (mamíferos) es importante, la de otros seres llamados “inferiores” pueden indicarnos la trayectoria y dadnos algunas claves del por qué que nos planteamos en los interrogantes de la “ciencia de la humanidad”.
No tenía ni idea de esta historia,magnífico descubrimiento esta emotiva biografía, como joven biólogo en paro me anima a luchar sin rendirme.
Claro que sí, Álvaro. En este país -decía Cela- el que resiste, gana. No dejes de moverte ni tires nunca ninguna toalla.
Un abrazo fuerte de colega
Qué gran historia.
Gracias.
Gracias a ti, Moli
Creo que soy uno de esos que en el invierno de los pueblos de Castilla contaba historias al lado de la lumbre cuando no había tele ni mucho que hacer. Me da alegría este círculo entrañable que estamos en torno a esta lumbre virtual. Y sabes que tus escritos me asombran, me sorprenden por su naturalidad, belleza y valentía, hacen reír. Te lo agradezco de corazón. Un abrazo de oso
Gracias por el articulo,me ha sorprendido, lo he leído casi sin respirar.
Un abrazo fuerte, Rafael.
Gracias por dejar tu comentario
Sublime, de verdad, no encuentro un calificativo más adecuado. Me declaro fan absoluta de la forma en la que escribes, en la que narras las historias. Leer este blog es un verdadero placer y todo un lujo. Es una lástima que no coincidamos en Pamplona porque tengo muchas ganas de verte en persona y agradecerte todo lo que disfruto en tu UniDiversidad.
Un beso fuerte
Querida y madrugadora Laura:
¡Me sacas los colores! Me hace mucha ilusión que te haya gustado. Comentarios cariñosos y generosos como el tuyo siempre me dan fuerza para seguir dedicando tantas horas como dedico a esto del blog. No te preocupes por lo de Pamplona, tendremos muchas otras oportunidades.
Un abrazo grande para ti
[…] El otro Cajal […]
La historia de la ciencia contada a través de las personas es desde mi punto de vista la mejor manera de engancharte. A mí desde luego entre Laura y tú me estáis haciendo muchísimo daño :D tengo tanto que leer que no me da tiempo a escribir…
Hay tantos científicos cuyos méritos ignoramos que a veces resulta difícil de creer. Este tipo de historias son muy importantes, cuántas veces una figura en un departamento o un gran centro de investigación eclipsa la labor de todo un equipo, aunque también cuantas veces un nombre facilita la publicación en las grandes revistas…
Y sobre todo, muy bien contada, no como este comentario en el que estoy dando más vueltas que una peonza… debo de estar medio dormida.
Cada vez que veo ese nombre, Santiago Ramón y Cajal, me entran escalofríos.
Me acuerdo que en mi examen de neuroanatomía me tuve que estudiar toda la biografía de Ramón y Cajal y que valía igual o más que las preguntas mismas de neuroanatomía. Tuvimos por supuesto que hacer este examen trajeados, era muy necesario (algunas chicas iban vestidas de blanco como si fuesen novias o algo) Y ahí estaba uno en el examen muerto de calor mientras el profesor se iba y nos dejaba sólos a fumarse un puro. Por supuesto hubo quien se copió y dio cambiazos con toda la biografía hecha en casa (recuerdo que hablo de un examen de Universidad no de instituto).
Creo que ha sido el examen más loco y surrealista de toda mi vida.» autor: exexexexmeneante
Un momento… ¿Pabla y Jorja? WTF?» autor: NegraSombra
Pedro y Santiago Ramón y Cajal: en total entonces eran 4 hermanos, ¿no?» autor: ElPerroDeLosCinco
“Han pasado 7 años cuando vuelve a ver las torres del Pilar desde el tren que le lleva a Zaragoza.”
Hasta el siglo XX el Pilar no tenía torres:
es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_la_Bas%C3%ADlica_de_Nuestra_Se%C3%B1» autor: Aragnido
#2 ¿Santo del día?» autor: zierz
#3 No, eran 3 y Cajal era el apellido de todos.» autor: Thelion
Se quien era Ramón pero no se quien era el tal Cajal» autor: Frytz
#4 no tendría torres, pero grande era
es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_la_Bas%C3%ADlica_de_Nuestra_Se%C3%B1
1875» autor: forms
#6 medio mas que tu, no?» autor: Luispastor
pero no eran un par de detectives??» autor: PaulinoTeodulo
Joder, que bien escribes, lo bordas.Lo de Indiaba Jones al lado de este MEGACRACK es una broma. Gracias
Qué alegría que Menéame se acuerde de “el otro Cajal”, un tipo excepcional. Con una vida aventurera de joven y una vida de estudio excepcional de mayor, siempre complementando a su hermano. Con muchos intereses científicos y también humanísticos, también como su hermano. Sabía hasta esperanto (http://www.delbarrio.eu/cajal.htm ) » autor: Tonyo
#6 Ganó un Premio Nobel entero, aunque fuera compartido (como casi todos los científicos, por cierto). Y el nacionalcatolicismo no tuvo nada que ver: los Cajales eran gente muy avanzada socialmente. Vaya tontería que te has calzado para intentar parecer interesante» autor: Tonyo
¡Qué vida la de este hombre! Da para una película.» autor: Serujio85
#12 Y sin embargo fíjate qué poco sabemos de Pabla y Jorja que a buen seguro tuvieron vidas tan interesantes o más que la de ellos. Digo yo.» autor: Frederic_Bourdin
#2 #5 » autor: python
#2 #5 » autor: jacobino
En los preparativos del golpe de San Juan, en 1926 un secretario de la CNT, Buenacasa, va a visitar a Santiago para proponerle la presidencia del gobierno tradicional tras el golpe, y éste le pregunta por su hermano Pedro, que por entonces se supone jubilado en Zaragoza.» autor: arivero
#1 yo también estudié anatomía con Vázquez.
Y también nos puso la serie de Ramón y Cajal. Y también tuve que ir trajeado a los exámenes.
Y sí. A todos los que hemos estudiado con él nos entra un escalofrío cada vez que escuchamos “Ramón y Cajal”» autor: BiotSavart__
En las memorias de Buenacasa, un secretario de la CNT que estuvo implicado en la organizacion de la SanJuanada, se menciona por casualidad a Pedro. Buenacasa y De La Llave van, segun el primero, a visitar a Santiago para proponerle la presidencia del gobierno tradicional tras el golpe, y éste les pregunta si saben algo de su hermano Pedro.
La historia entera podria ser un lapsus de memoria, porque en las detenciones de esa intentona se encerro a Gregorio Marañon, pero no a Cajal, asi que quizas Buenacasa se confundia de médico. Pero es significativa la mencion al hermano, sobre todo visto lo que cuentas de su tipo de vida.
#18 es inolvidable.» autor: exexexexmeneante
#4 En 1907 tenía dos torres, la primera data de 1715, son las dos exteriores las que se construyeron posteriormente:
books.google.es/books?id=DT7huJ5xuGgC&pg=PA159&lpg=PA159&d» autor: Keep
#2 Podria haber sido peor… Santiaga, Pedra, Pabla y Jorja.» autor: tesla79
#2 Por aquí (Aragón) Pabla no es un nombre extraño en mujeres mayores, yo conozco a un par. Jorja no lo había oído nunca (aparte de la actriz que te enlazan más arriba, Jorja Fox)» autor: Alkafer
Gracias por darnos a conocer la vida de Pedro Ramón, a buen seguro hiperactivo y síndromes varios, me ha encantado saber lo que ayudo a su hermano.
Quizá os interese saber a propósito de Pedro Ramón (tal como firmaba científicamente el hermano de don Santiago) que hace ya bastantes años (quizá desde los ochenta) funciona un tanto informalmente el Club Pedro Ramón de Neuroanatomía Comparada, fundado en torno a una mesa de café (se conserva el acta en una servilleta) por diversos neurobiólogos españoles dedicados a este campo de la neurociencia. El club es informal porque no hay reglamento, ni cuotas, ni cargos renovados periódicamente, y está abierto a todos los que quieran participar (el contacto es Agustín González, email: , profesor de la Univ.Complutense). La idea es aprovechar los congresos bianuales de la Sociedad Española de Neurociencia para hacer paralelamente una reunión científica del Club, organizada cada vez por 2-3 miembros, donde exponen sus últimas investigaciones comparativas tanto investigadores ‘mayores’ como jóvenes. Las discusiones suelen ser interesantes, y nos alegra mantener vivo el espíritu de P.Ramón. Luis Puelles (Prof.Neuroanatomía, Fac.Medicina, Univ.Murcia)
Desde Argentina, quiero manifestar mi homenaje sincero y emocionado a la familia Ramón y Cajal, que le ha dado al mundo científicos que son ejemplo para todos los países del mismo