Ginkgo biloba y autismo

El árbol Ginkgo biloba es una de las especies que a veces se llaman fósiles vivientes porque es el único superviviente de la división Ginkgophyta, todas las demás están extintas. Su tenacidad quedó de manifiesto con la bomba de Hiroshima: seis ginkgos que crecían a una distancia de entre 1 y 2 kilómetros del epicentro de la bomba atómica fueron de los pocos seres vivos de la zona que sobrevivieron a la explosión. Aunque casi todas las personas, plantas y animales de la zona murieron, los ginkgos, aunque carbonizados, pronto rebrotaron y volvieron a florecer.

Originario de China, el ginkgo se cultiva por todo el mundo y es ampliamente cultivado, tanto por su valor ornamental como por su uso en herboristería. Los extractos de hojas de ginkgo contienen ácidos fenólicos, proantocianidinas, glucósidos flavonoides, como la miricetina, el kaempferol, la isorhamnetina y la quercetina, y las trilactonas terpénicas, los ginkgólidos y los bilobálidos. Las hojas también contienen biflavonas de ginkgo únicas, así como alquilfenoles y poliprenoles.

El extracto de Ginkgo biloba es un remedio de herboristería con supuestos efectos antiinflamatorios que se utiliza desde hace mucho tiempo en China para diversas afecciones. Ha sido investigado para diferentes condiciones psiquiátricas y tiene un uso comparable al de otros remedios populares como la hierba de San Juan o la valeriana. Los defensores de su consumo le atribuyen propiedades antiestrés, neuroprotectoras y antiinflamatorias, además de aumentar el flujo sanguíneo cerebral. A menudo se recomienda para el tratamiento de la demencia vascular, la demencia relacionada con la edad, la enfermedad de Alzheimer y la esclerosis múltiple. Experimentos in vivo han sugerido que su uso puede ser favorable para la memoria, el aprendizaje, la atención, la plasticidad sináptica y el tratamiento del deterioro cognitivo. Sin embargo, los ensayos clínicos no confirman estas supuestas propiedades. Vellas et al.  (2008) tras analizar 2800 septuagenarios con problemas de memoria llegaron a la conclusión que no es útil para evitar la enfermedad Alzheimer. Después de cinco años no hubo diferencias entre los 1406 voluntarios que tomaron el ginkgo y los 1414 que tomaron un placebo.  Lo mismo ha sucedido con el deterioro cognitivo (DeKosky et al., 2008). Estos autores vieron que el extracto de Ginkgo biloba en dosis de 120 mg dos veces al día no fue eficaz en la reducción de la tasa de incidencia global de la demencia o de la incidencia de la enfermedad de Alzheimer en individuos de edad avanzada con cognición normal o con deterioro cognitivo leve. La revista Neurology publicó también un estudio de Lovera et al. donde se demostraba que el extracto de ginkgo tampoco era efectivo para el tratamiento de los pacientes con esclerosis múltiple y los pacientes no presentaban ningún tipo de mejora. Laws et al. (2012) han visto también que los supuestos efectos del extracto de Ginkgo sobre la memoria, la atención o la resolución de problemas no eran ciertos. La buena ciencia nos sirve para determinar si algo es cierto o no.

Elmira Hasazandeh y su grupo (2012) analizaron la posible utilidad del extracto de Ginkgo biloba en el tratamiento del autismo. El objetivo de su estudio era evaluar el papel del extracto de Ginkgo biloba como producto complementario en niños afectados de autismo. En un ensayo doble ciego controlado con placebo de 10 semanas de duración, se examinó la eficacia del ginkgo como tratamiento complementario de la risperidona en niños de 4 a 12 años con autismo.  La dosis de risperidona osciló entre 1 y 3 mg/día. La dosis de ginkgo biloba fue de 80 mg/día en niños que pesaban menos de 30 kg y de 120 mg/día en niños que pesaban más de 30 kg.

Los niños incluidos en el estudio habían iniciado un tratamiento médico por comportamientos gravemente perturbadores relacionados con el trastorno del espectro autista. Los criterios de exclusión fueron esquizofrenia o trastornos psicóticos concomitantes, tener antecedentes de abuso de drogas o alcohol o discinesia tardía, haber tomado neurolépticos o cualquier tratamiento farmacológico antipsicótico 6 meses antes de la inscripción o tener un problema médico activo significativo. Además, los pacientes fueron excluidos si tenían antecedentes de coagulopatía con tendencia a la hemorragia, aneurismas o hematomas comprobados. Un retraso mental grave que hiciera dudoso el diagnóstico de autismo fue también un criterio de exclusión.

La conclusión fue que no hubo diferencias significativas entre los dos grupos, los que tomaron extracto de Ginkgo biloba y los que tomaron el placebo. Los posibles cambios en el comportamiento fueron medidos con la Aberrant Behavior Checklist-Community, y no se encontró mejoría en ninguna de sus cinco subescalas (Irritabilidad, Letargia/aislamiento social, comportamiento estereotipado, Hiperactividad y Dificultades de lenguaje), ni en los efectos secundarios reportados. La conclusión es clara: aunque es bien tolerado, no hay evidencias de que el extracto de Ginkgo biloba genere algún beneficio en niños con TEA. Por tanto, no se recomienda su uso en el autismo.

Para leer más:

  • DeKosky ST, Williamson JD, Fitzpatrick AL, et al. (2008) Ginkgo biloba for Prevention of Dementia: A Randomized Controlled Trial. JAMA 300(19): 2253-2262.
  • Hasanzadeh E, Mohammadi MR, Ghanizadeh A, Rezazadeh S-A, Tabrizi M, Rezaei F, Akhondzadeh S (2012) A double-blind placebo controlled trial of Ginkgo biloba added to risperidone in patients with autistic disorders. Child Psychiatry Hum Dev43: 674–682.
  • Laws KR, Sweetnam H, Kondel TK (2012) Is Ginkgo biloba a cognitive enhancer in healthy individuals? A meta-analysis. Hum Psychopharmacol 27(6): 527-533.
  • Lovera JF, Kim E, Heriza E, Fitzpatrick M, Hunziker J, Turner AP, Adams J, Stover T, Sangeorzan A, Sloan A, Howieson D, Wild K, Haselkorn J, Bourdette D (2012) Ginkgo biloba does not improve cognitive function in MS: a randomized placebo-controlled trial. Neurology 79(12): 1278-1284.

  • Vellas B, Coley N, Ousset PJ, Berrut G, Dartigues JF, Dubois B, Grandjean H, Pasquier F, Piette F, Robert P, Touchon J, Garnier P, Mathiex-Fortunet H, Andrieu S; GuidAge Study Group (2012) Long-term use of standardised Ginkgo biloba extract for the prevention of Alzheimer’s disease (GuidAge): a randomised placebo-controlled trial. Lancet Neurol  11(10): 851-859.

José Ramón Alonso

CATEDRÁTICO EN LA Universidad de Salamanca

Neurocientífico: Producción científica

ORCIDLensScopusWebofScienceScholar

BNEDialNetGredosLibrary of Congress


Una respuesta a «Ginkgo biloba y autismo»

  1. Avatar de Jose

    Buenisimo

Muchas gracias por comentar


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