La Reina de los Andes

El corazón tiene razones que la mente no entiende y hablo de una planta, una planta que tiene muchas características especiales.

Se llama, para los científicos Puya raimondii pero su nombre vulgar de Reina de los Andes es mucho más bonito. También se le llama Reina de la Puna, la altiplanicie de Sudamérica. Florece solamente una vez cada 80-100 años, al final de su vida. Lo está haciendo en estos momentos cerca de Thumi, en Bolivia. Después de florecer durante unas semanas, muere. Pero en esos días produce unos 10 millones de semillas.

Se encuentran solamente en Perú y Bolivia, en altitudes entre 3.000 y 4.800 metros, donde muy pocas plantas son capaces de sobrevivir. Fuera de esas localidades solo se encuentran ejemplares en media docena de jardines botánicos. Al ser las condiciones tan extremas, crece muy lentamente. Además se encuentra normalmente en pequeños grupos o como ejemplares solos, lo que aumenta su aislamiento genético y les hace más vulnerables ante parásitos y predadores, algunos de los cuales son nuevos debido al cambio climático. En un ambiente semidesértico, con unas pocas plantas rastreras y hierbas, domina con sus 10- 12 metros de altura.

No se sabe cómo consigue suficientes nutrientes, hay quien dice que aprovecha las deposiciones de los pájaros que se posan en ella o se alimentan de sus flores pero también hay quien piensa que es capaz de enganchar animales con sus espinas. Estas aves o pequeños mamíferos morirían y sus restos fecundarían el suelo.

Es una especia amenazada, (ver informe de la IUCN) debido a la pérdida de hábitats y a la caída en la diversidad genética. En Perú quedan unos 800.000 individuos y unos 35.000 en Bolivia pero sus números están disminuyendo. Cuando son pequeñas son comidas por los rebaños de camélidos y también son afectadas por fuegos utilizados por los agricultores, para regenerar los pastos, que además queman sus hojas para que el ganado pueda comer el tronco. Por supuesto, después de esto, la planta muere. El cambio climático está haciendo que sea más difícil su floración. También está amenazada por motivos culturales. Los campesinos de la zona de Ayacucho consideran carnívoras a estas plantas, por la posibilidad de que atrapen al ganado, y las destruyen. Recientemente han desaparecido muchos bosquecillos de puyas o rodales. El gobierno regional de Ayacucho, Cáritas y el Fondo Italo-Peruano están intentando crear una reserva sostenible para proteger las puyas y atraer ecoturismo. El mayor bosque que existe de puyas está en esta región, en Titankayoc. Se han construido albergues rurales con la idea de que las mujeres locales ganen un salario encargándose del alojamiento y las comidas. En esta dirección de la BBC se pueden ver algunas imágenes del proyecto. En las cercanías del bosque de puyas está la ciudad de Vilcashuamán, donde se puede ver una iglesia colonial española construida sobre las reuinas de un templo inca del sol. Parece ser que era un importante puesto administrativo entre Cuzco y el mar que llegó a albergar más de 40.000 habitantes. Los habitantes de la zona están trabajando por un nuevo futuro, aprovechando su patrimonio natural y cultural. Ojalá salgan adelante.

José Ramón Alonso

CATEDRÁTICO EN LA Universidad de Salamanca

Neurocientífico: Producción científica

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Una respuesta a «La Reina de los Andes»

  1. Avatar de Vladimir
    Vladimir

    Es cierto que las puyas reciben malos cuidados por parte los comunarios, ayudemos a q esto no pase. gracias a todos los q participan en la preservación de la naturaleza para q futuras generaciones las admiren en su máximo desarrollo natural. Gracias madre naturalez

Muchas gracias por comentar


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