La comunicación científica es una parte necesaria e importante de la labor de un investigador, también la convicción de que como servidor público tengo que apoyar la formación del público en temas que son cercanos a mi profesión como la medicina basada en la evidencia o la importancia para la sociedad de los avances científicos (vacunas, uso correcto de antibióticos, evitar el curanderismo y la automedicación, etc.). Finalmente, creo que la ciencia es parte de la cultura, es un ámbito creativo, sorprendente, inspirador, emocionante, y fuente de buenas noticias y esperanza ante las dificultades que atenazan a la humanidad. Ante estos retos del siglo XXI necesitamos fomentar el interés de la sociedad por el conocimiento en ciencia y tecnología, por el respaldo a la ciencia, por el desarrollo de las vocaciones científicas, por la implicación de jóvenes y mayores en construir, con humildad pero con ambición, un mundo más saludable, más inclusivo, más justo, mejor.

Artículos en prensa tradicional

Artículos en The Conversation