Autismo, ejercicio y funciones ejecutivas

Los jóvenes con trastorno del espectro autista (TEA) tienen dificultades en la comunicación social e intereses restringidos. Sin embargo, muchos estudios también han indicado que están en riesgo de desarrollar una disfunción ejecutiva, una alteración de las funciones ejecutivas que son habilidades cognitivas fundamentales para lograr un buen desempeño en la vida cotidiana y aumentar su nivel de autonomía.

Las funciones ejecutivas pueden definirse como «un conjunto de operaciones cognitivas que subyacen a la selección, la programación, la coordinación y la supervisión de procesos complejos, dirigidos a objetivos, implicados en la percepción, la memoria y la acción». Las funciones ejecutivas incluyen funciones básicas (por ejemplo, control inhibitorio, memoria de trabajo y flexibilidad cognitiva) y funciones de nivel superior (por ejemplo, razonamiento, planificación y resolución de problemas). Las funciones ejecutivas están relacionadas con el rendimiento académico de los niños y adolescentes, la calidad del sueño y la salud física y mental.

Dada la importancia de las funciones ejecutivas como habilidades cognitivas fundamentales para los niños, se han implementado varios tipos de entrenamiento para fomentar su desarrollo desde la infancia. Diamond y Lee (2011) resumieron seis enfoques de intervención principales que podrían utilizarse para mejorar las FE en la infancia: (1) el entrenamiento basado en ordenadores, (2) el híbrido de juegos informáticos y no informáticos, (3) el ejercicio aeróbico y los deportes, (4) las artes marciales y las prácticas de mindfullness, (5) el desarrollo de los planes de estudio en el aula, y (6) los métodos Montessori. Llegaron a la conclusión de que el ejercicio físico y el desarrollo de los planes de estudio en el aula eran los únicos dos tipos de actividades que fomentaban y entrenaban las funciones ejecutivas.

Cada vez hay más evidencias que señalan que el ejercicio es uno de los métodos de compensación más prometedores y que puede afectar positivamente a las funciones cognitivas desde la primera infancia hasta la edad adulta. También puede utilizarse para reducir el riesgo de deterioro cognitivo relacionado con la edad. Dentro del rango de edad de los niños y adolescentes, un meta-análisis mostró que la mejora del funcionamiento cognitivo resultante de la actividad física se observaba más claramente en las funciones ejecutivas. Revisiones de meta-análisis más recientes también apoyaron este punto de vista, ya que las evaluaciones de ejercicio concluyeron en su mayoría que generaba efectos positivos. Una revisión también indicó que la participación regular desde la infancia en el ejercicio físico estimulaba el desarrollo de las funciones ejecutivas. En resumen, la literatura científica actual sugiere que el ejercicio físico puede desempeñar un papel positivo en las funciones ejecutivas. De hecho, tanto las intervenciones de ejercicio crónico como las agudas han encontrado efectos positivos en las funciones ejecutivas en poblaciones generales. Sin embargo, los datos sobre los cambios en las funciones ejecutivas en los niños y adolescentes con trastorno del espectro autista (TEA) en respuesta a las intervenciones de ejercicio aún no estaban claros.

El equipo de Liang et al. (2021) ha realizado una revisión sistemática y meta-análisis para examinar el efecto del ejercicio en la función ejecutiva en niños y adolescentes con TEA. De 259 registros cribados, 14 artículos se sometieron a una revisión sistemática y 7 se seleccionaron para el metanálisis. Habían sido publicados entre 2011 y 2021. Los estudios incluidos debían investigar el efecto de cualquier tipo de ejercicio sobre la función ejecutiva en niños de 5 a 17 años con diagnóstico de TEA. Además, los estudios tenían que medir los resultados cognitivos con instrumentos validados. En total, participaron en los estudios 310 niños y adolescentes con TEA de entre 6 y 18 años. Se utilizó la escala de la Base de Datos de Evidencias de Fisioterapia (PEDro) para evaluar la calidad de cada estudio incluido.

Los resultados de este estudio demostraron que la intervención con ejercicio físico tuvo un efecto positivo, de pequeño a moderado, sobre la función ejecutiva general. Con respecto a las funciones ejecutivas específicas, las intervenciones de ejercicio crónico tuvieron un efecto positivo de pequeño a moderado sobre la flexibilidad cognitiva y el control inhibitorio. En cambio, el efecto del ejercicio sobre la memoria de trabajo en esta población no fue estadísticamente significativo. Sin embargo, este estudio estuvo limitado por la heterogeneidad en la medición de la función ejecutiva, lo que dificultó la síntesis de los resultados. No obstante, este estudio aporta unas evidencias iniciales para que futuros estudios investiguen la influencia de variables como la edad y la intensidad de la actividad física en los beneficios sobre la función ejecutiva en los niños con TEA y en la población general.

Para leer más:

  • Diamond A, Lee K (2011) Interventions shown to aid executive function development in children 4 to 12 years old. Science 333: 959–964.
  • Liang X, Li R, Wong SHS, Sum RKW, Wang P, Yang B, Sit CHP (2021) The Effects of Exercise Interventions on Executive Functions in Children and Adolescents with Autism Spectrum Disorder: A Systematic Review and Meta-analysis. Sports Med  https://doi.org/10.1007/s40279-021-01545-3

 

José Ramón Alonso

CATEDRÁTICO EN LA Universidad de Salamanca

Neurocientífico: Producción científica

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2 respuestas a «Autismo, ejercicio y funciones ejecutivas»

  1. […] Autismo, ejercicio y funciones ejecutivas — Neurociencia […]

  2. Avatar de Percy Emilio Salsavilca Paucar
    Percy Emilio Salsavilca Paucar

    Buenos días.
    Tengo un hijo con autismo su nombre es Mario y está a un mes de cumplir 14 años. Los últimos 3 años ha participado en un taller de habilidades artísticas donde nos propusieron especialmente trabajar destrezas circenses (caminar con zancos, rolabola, equilibrio en una viga, malabares entre otros) orientadas a mejorar sus movimientos de manera ludica y grupal, hasta que inicio la pandemia. Ahora la propuesta de este taller a virado un poco por que debe ser virtual pero siempre nos han orientado a trabajar el movimiento corporal de diversas formas. Me fui dando cuenta que era muy importante el trabajo ya que Mario fue mejorando su literalidad y orientación espacial con cada clase y al mismo tiempo se utilizo ese espacio para un taller de danza en el que le va muy bien.
    He visto entrevistas, conferencias y leído artículos suyos por que me interesa aprender más y poder apoyar mejor a mi hijo y a mas chicos que tienen su misma condición.
    Quiero consultarle algo: ¿Es posible rehabilitar el Sistema de Neuronas espejo de una persona a cualquier edad? ¿Es posible que todo o algo de aquello que se pueda ver afectado por un mal funcionamiento del SNE en personas con TEA se revierta con alguna terapia que involucre principalmente el movimiento corporal?
    Agradeceré infinitamente algún comentario o sugerencia de su parte.

Muchas gracias por comentar


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