Dos tercios de los niños menores de siete años tienen un amigo imaginario. La investigación ha mostrado que inicialmente las niñas son más propensas que los niños a desarrollar amigos imaginarios, pero una vez que llegan a la etapa escolar, los niños y las niñas tienen la misma probabilidad de tener un compañero imaginario.
Los amigos imaginarios sirven muchos propósitos diferentes: en algunos casos es simplemente algo divertido y que permite diferentes juegos, pero también puede ser una forma de expresar los miedos o de explorar emociones sobre el misterioso mundo de los adultos. Los amigos imaginarios también pueden ayudar a los niños a afrontar dificultades reales.
Diversos estudios han encontrado que los niños con amigos imaginarios tienen una mayor capacidad de mentalización que los niños que no los tienen; es decir, son mejores para entender el estado mental de otras personas, comprender lo que sienten o lo que piensan y para ponerse en su piel. Tienen de media mejor vocabulario, mayores habilidades lingüísticas y retienen los conocimientos más rápidamente que los que no los tienen, lo que puede deberse a que estos niños tienen más práctica lingüística que sus compañeros al mantener «conversaciones» con sus amigos imaginarios. En la última década, los estudios psicológicos han ido acumulando pruebas de que los amigos imaginarios ayudan a los niños a comunicarse mejor, a ejercitar su imaginación y, sobre todo, a resolver problemas.
Los niños con amigos imaginarios son mejores en pruebas donde se evalúa la comprensión de las falsas creencias (Lin et al., 2020). Una explicación plausible es que el juego con su amigo imaginario puede mejorar las habilidades de simulación de los niños. Durante ese juego, el niño y su compañero ficticio deben cambiar sus papeles e imaginar los procesos mentales internos del otro. Este proceso de simulación puede extenderse a las predicciones sobre las acciones de otra persona y facilitar el neurodesarrollo, incluida la comprensión de falsas creencias.
Para muchos, el amigo imaginario desaparecerá al hacerse mayor, a otros los acompañará siempre. Agatha Christie, en la autobiografía que escribió a los 70 años, contaba que aún seguía hablando con sus amigos imaginarios y lo mucho que la ayudaban. La animaban a terminar los agotadores últimos capítulos de las novelas, la empujaban a ser mejor persona e incluso le hacían compañía en los momentos de soledad. Kurt Cobain dirigió su nota de suicidio a Boddah, su amigo imaginario de la infancia. Es posible que nuestra pasión por las historias de ficción, en las novelas, el cine o incluso cuando soñamos despiertos tenga que ver con esta vida interior de nuestro cerebro que construye mundos con solo pensarlos. De hecho, los escritores de ficción adultos suelen hablar de que sus personajes adquieren vida propia, lo que puede ser un proceso análogo al de los amigos invisibles de los niños. Además, los escritores de ficción son más propensos que la media a haber tenido amigos imaginarios cuando eran niños (Taylor et al., 2002). Quizá es porque su cerebro aprendió a crear seres y a darlos vida.
Para leer más:
- Klausen E, Passman RH (2006) Pretend companions (imaginary playmates): the emergence of a field. J Gen Psychol 167 (4): 349–364.
- Lin Q, Zhou N, Wan Y, Fu H (2020) Relationship between Chinese children’s imaginary companions and their understanding of second-order false beliefs and emotions. Int J Psychol 55(1): 98-105.
- Taylor M, Hodges SD, Kohányi A (2002) The Illusion of Independent Agency: Do adult fiction writers experience their characters as having minds of their own?”. Imagination, Cognition and Personality 22 (4): 361–380.
10 respuestas a “El amigo imaginario”
Me gustaría hacer una consulta. En mi limitada experiencia personal en mi infancia y con los hijos de familiares y amigos, jamás me he encontrado con un caso de “amigo imaginario”. Es un concepto que solo he visto representado en las películas anglosajonas ¿Los estudios mencionados son internacionales? ¿Hasta qué punto tiene este fenómeno una componente sociológica y/o cultural?
Estimada Myriam
Es una pregunta muy interesante. De hecho en el artículo en el blog quería saber si alguien ha tenido experiencia directa de amigos imaginarios pero de momento no he tenido respuestas. Uno de los artículos incluidos es en niños chinos, así que no es algo exclusivo del mundo anglosajón, aunque quizá pueda tener que ver con el nivel de sociabilidad, amigos, hermanos… De hecho, estaba leyendo que los niños con autismo, en EEUU, tienen menos amigos imaginarios que los niños normotípicos. Me parece un tema apasionante. Gracias por su comentario.
Estimado Sr. Alonso le sigo desde un día que le escuché en RNE y desde entonces sigo su blog. Es muy interesante todo lo que escribe. En cuanto a esto último de los amigos imaginarios, tengo un nieto de 4 años que sobretodo desde los 3 años ha tenido 2 amigos imaginario. El los llama Daniel Ro y Can y le cuenta sus “penas” si le riñen o si no quiere comer….. cuando sale del ascensor siempre dice: vamos sal Daniel Ro y can que se cierran las puertas!!! En definitiva que tiene con “ellos” mucha comunicación. Hemos pensado que se debe a que es hijo único, aunque asiste a la escuela y tiene mucho contacto con sus tíos y abuelos ( un poco menos de lo requerido por la pandemia). Pero usamos mucho el zoom para que todos los días se vea con todos. El artículo nos ha ayudado mucho a saber el mecanismo que tienen los niños con amigos imaginarios, ya que preguntamos a los docentes del colegio y nos dijeron poquito. Muchas gracias por tanta información. Un saludo cordial
María José
[…] Si creemos en el inconsciente ya sabemos que además de un sujeto cartesiano que piensa racionalmente y computa la realidad de una manera formal sino que también habita en nuestra naturaleza dual un sujeto del inconsciente, un sujeto de la tontería que se manifiesta en los sueños, los chistes, los actos fallidos y los síntomas. ¿No es una tontería oír voces que no existen?¿No son tonterías nuestros sueños? Lacan llama tonterías a todas las formaciones del inconsciente que se manifiestan en nuestra conciencia en determinadas situaciones. Algunas personas son capaces de mantener conversaciones consigo mismos en su interior como si hablaran con otra persona mientras otras personas no pueden llevar a cabo este ejercicio (que no deja de ser un ejercicio cartesiano y pensante) pero son capaces que hacerse permeables a ese significante ( y digo significante porque ese Gran otro no es una persona, ni una representación como pensaba Freud sino una palabra). y ser capaces de escucharle, los niños hipersensibles sobre todo son muy capaces de llevarlo a cabo y no es necesario llevarlos al psicólogo, se le conoce con el nombre de amigo invisible.. […]
[…] en cualquier caso, el tema del doble del que hablaba Garnier-Malet y que está relacionado con el amigo invisible o imaginario de los niños. Se trata también del arquetipo de Geminis, el doble: la […]
Muy interesante el artículo. Personalmente te puedo contar la experiencia con mi hija Nathaly. Su amigo imaginario se llamaba Petiforte y vivía entre el dedo gordo y el segundo dedo de su pie derecho. Según ella, a veces su amigo se iba de vacaciones y se cambiaba al pie izquierdo. Para nosotros era divertido escucharla hablar con su amigo y darle órdenes. Y ahora que leí tu artículo, me hace total sentido, porque desde pequeña, ella fue proactiva y muy buena para liderar grupos. Y como ella vivía con personas adultas, cuando nos daba alguna orden (lo hacía en modo militar) nuestra reacción era reírnos. Claro, ignorábamos muchas cosas que son importantes en el desarrollo de una niña, como el hecho de no reírse de las cosas que hacía. Obviamente reaccionábamos desde la ignorancia y el desconocimiento. Y probablemente necesitó crear a su amigo para que siguiera sus instrucciones y reglamentos. Lo mandaba a bañarse, a hacer las tareas, a comer, le enseñaba a sumar, e incluso le enseñaba estrategias para juntar dinero. Hoy mi hija tiene 33 años y recuerda muy bien a su amigo Petiforte. Sigue buena para liderar grupos.
Muchas gracias por tu artículo. Se lo voy a mostrar a Nathaly.
Excelente el texto. Abrazo y buen día.
[…] El amigo imaginario — Neurociencia […]
Hola mi hermana ahora tiene 16 y cuando le preguntó por su amigo imaginarios llora, qué puede ser?
Pues deberías preguntarle a tu hermana ¿No te parece?