Una de las principales dificultades del estudio del autismo es la amplia variabilidad en los aspectos biológicos y clínicos de las personas afectadas. Aunque anteriormente se diferenciaban distintos diagnósticos que se englobaron en uno solo: trastornos del espectro del autismo (TEA) los análisis más recientes sugieren que bajo ese diagnóstico común se incluye una población muy heterogénea con diferencias sustanciales entre las distintas personas.
Un ejemplo concreto de esta heterogeneidad puede ser el grosor cortical. La corteza cerebral es la parte más externa de los hemisferios telencefálicos y es la zona clave en muchos de los síntomas relacionados con el autismo.
No se ha logrado un consenso sobre subtipos del autismo. Algunos grupos emplean medidas del comportamiento y usan algoritmos para separar subgrupos que sean fiables, estables y generalizables.
Mariam Zabihi y su grupo utilizaron modelaje normativo para cartografiar la variabilidad neuroanatómica a nivel individual. El modelaje normativo mostró patrones individuales de estructura atípica en la corteza cerebral de diferentes personas. Pero evidentemente no podemos trabajar caso a caso, es necesario resumir estos patrones complejos y altamente personales de desviación en un pequeño grupo de subtipos que tengan sentido neurobiológico.
El estudio incluyó 206 participantes neurotípicos (79 mujeres, de 17,5 ± 6,1 años) y 316 participantes con autismo (88 mujeres, de 17,2 ± 5,7 años). Todos los participantes fueron escaneados y se estimaron las medidas del grosor cortical en diferentes regiones cerebrales. El equipo de investigación analizó la estabilidad de los datos, la capacidad de predicción fuera de la muestra, y las asociaciones con medidas clínicas, demográficas y genéticas. Demostraron que con los enfoques analíticos adecuados, la heterogeneidad biológica es cuantificable y puede utilizarse para conseguir una estratificación de los individuos en la que se reduce la heterogeneidad en la presentación clínica de la población.
Los investigadores encontraron que los datos encajan en cinco subtipos neuroanatómicos dentro de la cohorte que: i) muestran diferencias sorprendentes en el sentido de que algunos subtipos tienen un grosor cortical reducido en relación con el patrón neurotípico y otros tienen un grosor mayor; ii) pueden clasificar con precisión individuos fuera de la muestra; iii) predicen perfiles de síntomas diferenciales; iv) conectan específicamente con el riesgo genético subyacente y, lo que es más importante, v) están más fuertemente asociados con los síntomas que con las asociaciones que se presentan en toda la cohorte.
La subdivisión de los individuos con autismo en subtipos más homogéneos tiene importantes implicaciones clínicas. Concretamente, aunque las agrupaciones de diferentes perfiles de grosor cortical se basan únicamente en imágenes de su cerebro, permiten discriminar en función de los perfiles clínicos medidos con instrumentos de diagnóstico como el ADI y el ADOS. Sólo el grupo 1 se asoció débilmente con la edad y hubo diferencias moderadas en el cociente intelectual entre los grupos, pero no una fuerte asociación con los síntomas. En conjunto, esto sugiere que los subtipos reflejan distintas organizaciones corticales en lugar de diferentes etapas de desarrollo neurológico o simplemente diferentes grupos de síntomas.
Este artículo supone un avance prometedor en el camino dirigido a disponer de herramientas de estratificación y conseguir una mejor comprensión de la heterogénea neurobiología del autismo.
Para leer más:
- Zabihi M, Floris DL, Kia SM, Wolfers T, Tillmann J, Arenas AL, Moessnang C, Banaschewski T, Holt R, Baron-Cohen S, Loth E, Charman T, Bourgeron T, Murphy D, Ecker C, Buitelaar JK, Beckmann CF, Marquand A; EU-AIMS LEAP Group (2020) Fractionating autism based on neuroanatomical normative modeling. Transl Psychiatry 10(1): 384.
5 respuestas a “Cinco subtipos de autismo”
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Reblogueó esto en Anna Forés Miravalles.
Se agradece que cada vez se logre conocer un poco mejor este espectro tan amplio, variado y complejo.
Saludos
Nosotros estamos tratando a nuestro hijo autista (ex autista diria ya) con transplantes fecales de microbiota que compramos en microbioma.org (ante fuimos a bratislava con un resultado horriblemente malo, le dió estreñimiento brutal), procedentes de superdonantes y no podriamos estar mas contentos, vamos con la sexta ronda y el especialista dice que ya no se puede considerar que siga dentro del espectro autista, ha sido un cambio espectacular. Hay mas padres por grupos de facebook con la misma experiencia. Dejemonmos de anto estudiar el autismo y centremonos en curar. El autismo no es una sentencia de por vida.
Me alegro de sus buenas noticias, pero personalmente prefiero tener un poco de prudencia (y sano escepticismo) hasta que se vean los resultados de estos experimentos en niños como su hijo. ¿El especialista que le valora es el mismo que hace ese tratamiento o es un especialista independiente? No hay ningún estudio clínico hasta ahora sobre trasplantes fecales y autismo y eso sería el paso necesario antes de recomendar una terapia, comprobar que es seguro y eficaz. Por otro lado, si podemos probar algo de esto es precisamente porque llevamos tiempo estudiando el autismo. ¿O es que cree que las propuestas de avances caen del cielo? Un saludo cordial