Cannabis, embarazo y autismo

Los niños nacidos de madres que informan que han consumido cannabis durante el embarazo tienen un 50% más de riesgo de desarrollar autismo, según un artículo publicado en la revista Nature Medicine.

Un equipo canadiense analizó los datos de alrededor de medio millón de nacidos vivos en Ontario entre 2007 y 2012. Se hizo un seguimiento de los niños hasta 2017, analizando los diagnósticos de autismo registrados a partir de los 18 meses de edad en esos bebés. En total, alrededor de 3.000 de las madres informaron de que habían consumido cannabis durante el embarazo. El análisis estadístico puso de manifiesto que el 2,2% de los niños nacidos de estas madres desarrollaron autismo, en comparación con el 1,4% de los nacidos de madres que no consumieron cannabis durante el embarazo.

El mismo equipo canadiense publicó un estudio en 2019 donde se concluía que las madres que consumían cannabis durante el embarazo tenían un riesgo mayor de tener partos prematuros, un factor que se sabe también está asociado al riesgo de autismo. El dato «en crudo» de nacimientos prematuros (menos de 37 semanas de gestación) fue de 6,1% en las mujeres que no señalaron haber consumido cannabis y 12,0% en las que sí lo habían hecho. La exposición del feto al cannabis también estaba asociada, de forma estadísticamente significativa, con mayor frecuencia de talla escasa para su edad de gestación, desprendimiento prematuro de la placenta y puntuación de Apgar a los cinco minutos menor de 4.

Volviendo al autismo, para tener en cuenta otros factores que podrían explicar los resultados, el equipo emparejó a 2.364 madres que consumían cannabis con 170.671 que no lo hacían pero que tenían características similares como edad, educación, condiciones de salud y situación socioeconómica. También utilizaron modelos para examinar otros factores, incluidas las complicaciones del embarazo. Los resultados confirmaron que los niños nacidos de madres que consumieron cannabis durante el embarazo tenían un riesgo 51% mayor de desarrollar autismo que los nacidos de madres que no lo hicieron. El análisis de los datos también encontró una mayor incidencia de discapacidad intelectual y trastornos del aprendizaje entre la descendencia de las madres que habían consumido cannabis durante el embarazo, aunque la diferencia estadística era menos contundente.

El estudio tiene algunas limitaciones. La variable «consumo de cannabis» se basó en las propias declaraciones de las madres, lo que significa que muy probablemente los casos de consumo ocasional no fueron detectados en el estudio. Tampoco se pudo establecer una relación con la cantidad consumida o la frecuencia de uso del cannabis o si el uso del cannabis cambió durante el embarazo, por ejemplo que fuese muy intenso antes de saber que estaba embarazada o, al contrario, que aumentara porque sintiera alivio con las náuseas matinales o alguna otra dificultad del embarazo. Las mujeres que consumían cannabis durante el embarazo también podrían tener comportamientos poco saludables que podrían estar detrás del aparente vínculo, lo que significa que es necesario tener cautela y realizar más estudios.

En un artículo publicado en The Guardian Nicola Davis  señalaba la respuesta del Dr. Sven Sandin, estadístico y epidemiólogo del Instituto Karolinska de Suecia, que trabaja en autismo pero no había participado en esta investigación en relación con el estudio de Corsi y colaboradores. Sandin indicó que el estudio se había realizado correctamente y tenía en cuenta muchos factores que podían explicar la aparente relación entre el consumo de cannabis por las madres y el autismo de sus hijos, entre ellos la edad de la madre y las tasas de nacimientos prematuros, pero dijo que el autismo era relativamente raro y que el aumento del riesgo era pequeño. Esto sucede en muchos estudios sobre factores de riesgo en el autismo: si la frecuencia pasa del 1% al 1,5%, el aumento es de un 50%, lo que parece mucho, pero sigue habiendo un 98,5% de madres que tomaron cannabis pero tuvieron hijos normotípicos. Además, señaló que las mujeres que informaban del consumo de cannabis corrían un mayor riesgo de sufrir problemas de salud mental, lo que significaba que podían estar automedicándose con cannabis pero transmitiendo a sus hijos factores de riesgo genéticos de autismo. En otras palabras, debido a la alta heredabilidad del autismo podría ser que esas madres estuvieran teniendo una influencia genética (variantes génicas de riesgo) y no ambiental (consumo de cannabis).

Aunque el equipo que realizó esta publicación indicó que se necesitaba más investigación para afirmar que fuese una relación causa-efecto entre el consumo de cannabis y el diagnóstico de autismo, los resultados son preocupantes. La conclusión es evidente: igual que se recomienda no consumir alcohol durante el embarazo, debemos hacer una recomendación similar para no tomar cannabis durante esos meses. Hay claras evidencias de estudios en animales que muestran que el cannabis afecta al desarrollo cerebral prenatal. Es un problema por la fuerte corriente de opinión para legalizar el consumo a nivel mundial, minimizar los riesgos que supone su consumo e incluso considerarlo terapéutico o saludable.

 

Para leer más:

  • Corsi DJ, Walsh L, Weiss D, Hsu H, El-Chaar D, Hawken S, Fell DB, Walker M (2019) Association Between Self-reported Prenatal Cannabis Use and Maternal, Perinatal, and Neonatal Outcomes. JAMA 322(2):145-152. doi: 10.1001/jama.2019.8734.
  • Corsi DJ, Donelle J, Sucha E, Hawken S, Hsu H, El-Chaâr D, Bisnaire L, Fell D, Wen SW, Walker M (2020) Maternal cannabis use in pregnancy and child neurodevelopmental outcomes. Nature Medicine
  • Davis N (2020) Study links cannabis use during pregnancy to autism risk. The Guardian 10 de Agosto https://www.theguardian.com/society/2020/aug/10/study-links-cannabis-use-during-pregnancy-to-autism-risk

José Ramón Alonso

CATEDRÁTICO EN LA Universidad de Salamanca

Neurocientífico: Producción científica

ORCIDLensScopusWebofScienceScholar

BNEDialNetGredosLibrary of Congress


4 respuestas a «Cannabis, embarazo y autismo»

  1. […] Cannabis, embarazo y autismo — Neurociencia […]

  2. Avatar de isabellcalderon

    Estupendos estudio y reflexión, JR., gracias. Muy preocupante por los movimientos de legalización por motivos terapéuticos o de inocuidad

  3. Avatar de M R Zapatel (@ZapatelM)

    Parece de sentido común no consumir durante el embarazo alcohol, cannabis y cualquier sustancia (también fármacos) estupefaciente, tampoco alcohol y otras… Podrías aportar datos y estudios sobre la relación del autismo con vacunas tanto a embarazadas como bebés desde 3 meses? Aquí vienen , por ejemplo dos de ellos. Gracias
    https://www.dsalud.com/reportaje/confirman-la-relacion-vacunas-autismo/

    1. Avatar de José R. Alonso

      Esa revista es un compendio de sandeces, información falsa y pseudociencia. Fíese de los estudios científicos de calidad que todos llegan a la misma conclusión: no hay relación entre vacunas y autismo.

Muchas gracias por comentar


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