¿Qué sucede con los años a los niños con autismo?

A menudo hablamos únicamente de «niños con autismo», ¿qué quiere decir? ¿es un problema de la infancia? ¿no hay adultos con autismo? Un estudio realizado en Australia y publicado en 2017 encontraba que el autismo era más prevalente entre los muchachos de 5 a 14 años, y un 83% de las personas que habían recibido un diagnóstico de autismo tenían menos de 25 años. La situación no será muy diferente en nuestro país.

Pero es evidente que los niños con autismo crecen y se convierten en adolescentes, jóvenes y adultos con autismo ¿Por qué la proporción es mayor en niños? Para la gran mayoría de la comunidad científica el autismo es una condición de por vida por lo que la idea general es que la proporción debe mantenerse estable de la infancia a la vejez. Veamos cinco factores que pueden explicar la diferente proporción de personas con autismo a diferentes edades:

Un primer factor es que la prevalencia no indica la proporción de personas que realmente tienen autismo sino que es la proporción de aquellos que han sido diagnosticados o que se identifican a sí mismos como dentro del espectro del autismo. En otras palabras, la prevalencia es una aproximación a la realidad pero no es la realidad.

Un segundo factor es que es evidente que la concienciación y el conocimiento sobre el autismo entre los educadores y los pediatras ha aumentado notablemente. Un factor que he vivido en carne propia en los últimos años es el deseo de saber más de muchos maestros y profesores, de poder hacer mejor su trabajo, de atender con mejores estrategias a los niños que están bajo su cuidado. Por otro lado el personal sanitario también cada vez está mejor formado, las técnicas de diagnóstico han mejorado y diversos sistemas de cribado, con la colaboración de especialistas, ayudan a detectar a los niños con autismo. En comparación esos sistemas no existían no hace mucho tiempo con lo que hace pocas décadas muchos niños con autismo no fueron diagnosticados con lo que dentro de los que ahora son adultos con autismo los hay que siguen sin diagnosticar, otros fueron mal diagnosticados y otros fueron simplemente etiquetados como raros.

Un tercer factor a tener en cuenta es el desigual apoyo social. En la actualidad, al menos en España, las familias de un niño con autismo tienen más claros sus derechos, que incluyen apoyo escolar y económico para los servicios que necesitan. Es posible que eso anime a una parte de las familias a buscar un diagnóstico y servicios de terapia y/o logopedia cuando hace unos años una parte habría optado por una mayor resignación, simplemente porque no podían pagarlo. Estos cambios deben agradecerse en primer lugar a una serie de padres combativos, en realidad debería decir madres en la mayoría de los casos, que lucharon por mejorar la perspectiva vital de sus hijos y consiguieron a través del asociacionismo ir logrando apoyos y servicios imprescindibles, algo obligado en una sociedad inclusiva y justa. El problema es que los apoyos para un adulto que recibe un diagnóstico de autismo son menos claros y en cambio son más patentes los riesgos de sufrir consecuencias negativas, como el estigma y la discriminación. Eso puede hacer que aunque haya sospechas de autismo en un adulto no se vaya más adelante y no se llegue a hacer un diagnóstico.

Un cuarto factor es que un número de niños se salen del diagnóstico; es decir, con la edad no cumplen las características típicas que llevaron a incluirles dentro de la población con TEA. Debemos recordar que los diagnósticos no son la «verdad revelada» sino herramientas útiles, pero arbitrarias. Un grupo de profesionales de primerísimo nivel analiza la situación de un trastorno y deciden que las personas que cumplan un mínimo de condiciones dentro de una lista (siete de las siguientes diez, por ejemplo) tiene ese diagnóstico. Una persona que cumpla una menos, seis en este ejemplo, no tiene ese diagnóstico, aunque evidentemente comparte muchas características con el que tiene siete y está dentro. Y además como todas las actividades humanas el fallo es posible, un diagnóstico puede estar equivocado.

¿Y a cuántos afecta esta condición? ¿Cuántos abandonan el diagnóstico? Un análisis de una encuesta nacional en los Estados Unidos encontró que el 13% de los niños diagnosticados con autismo (187 de los 1576 cuyos padres respondieron el cuestionario) habían «perdido» su diagnóstico. La razón más común para ello era «nueva información», como por ejemplo haber sido diagnosticado con otro trastorno del neurodesarrollo o con otra condición de salud mental que afectase a su situación emocional, evolución de aprendizaje, trastorno de ansiedad, etc. Dentro de esa población que había «abandonado» el diagnóstico, según los informes de los padres el 21% de los 187 casos que salieron del autismo, se debió a «tratamiento o maduración» y solo en el 4% (ocho niños) un especialista había confirmado que el niño no tenía TEA y tampoco tenía otro trastorno.

Un estudio publicado en el Journal of Child Neurology examinaba los historiales de 569 niños diagnosticados con autismo entre 2003 y 2013 y encontró que el 7% (38 de los 569) no cumplían ya los criterios diagnósticos. Sin embargo, la mayoría habían sido diagnosticados con otro trastorno. Solo 3 niños de los 569 no tenían un diagnóstico alternativo. Por tanto, la mayoría de las personas con autismo al cumplir los años siguen teniendo autismo y un pequeño grupo recibe otro diagnóstico y un pequeñísimo grupo deja de tener un diagnóstico, aunque esto no debe interpretarse como «curación».

Un quinto factor es que muchos niños con autismo aprenden con los años a camuflar sus síntomas y a actuar como sus compañeros neurotípicos. Parece que es especialmente común en niñas, donde según hemos comentado en un post anterior aprenden a encajar en el grupo, a ser aceptadas por sus compañeros adoptando estrategias que en principio no les son propias (mantener contacto visual o evitar las estereotipias) o que imitan la forma de hablar, vestir o actuar de sus compañeras más populares. Ese esfuerzo por pasar desapercibido es agotador tanto física como emocionalmente y termina por generar distintos problemas como cansancio, sentirse quemado, ansiedad y depresión, así como una percepción negativa de uno mismo y baja autoestima.

La idea de que el niño podrá salir del autismo si los padres, los educadores o los profesionales hacen un buen trabajo es errónea, contraproducente, dolorosa para todos los implicados, incluidos los restantes miembros de la familia, y peligrosa. Puede evitar que los padres acepten a su hijo como el ser maravilloso que realmente es, que reconozcan sus valores y fortalezas y por el contrario, llevarles a un camino de expectativas imposibles, búsqueda de falsos culpables y frustración.

Los niños con autismo no se convierten en adultos neurotípicos, se convierten en adultos con autismo que están aislados, estigmatizados y con menos servicios de los que necesitan. Si todos los implicados no asumen esto y si los empleadores, las instituciones educativas, los gobiernos y la sociedad en su conjunto no se implican para mejorar esa situación estaremos fallando a esa parte de nosotros, las familias con autismo. Necesitamos un esfuerzo en la formación y en la educación y necesitamos más oportunidades de empleo.

¿Es razonable pensar que tu hijo no saldrá del diagnóstico de autismo en su vida? Nunca es fácil prever el futuro y un grupo amplio y comprometido de científicos trabaja por encontrar estrategias que permitan mejorar la situación de las personas con autismo, pero al día de hoy el único mensaje honesto es el autismo no se cura. Las personas que ofrecen curar el autismo, o mejoras milagrosas, son unos estafadores y sus tratamientos, patrañas y engaños. Vale ya de hacer caja aprovechándose de la desesperación o la esperanza de unas familias, del cariño de unos padres a sus hijos. Hay que ser muy miserable.

 

Para leer más:

José Ramón Alonso

CATEDRÁTICO EN LA Universidad de Salamanca

Neurocientífico: Producción científica

ORCIDLensScopusWebofScienceScholar

BNEDialNetGredosLibrary of Congress


16 respuestas a «¿Qué sucede con los años a los niños con autismo?»

  1. Avatar de Quique
    Quique

    Hola
    Muy acertado.
    Gracias por poner el acento en lo que importa.
    un saludo.

  2. Avatar de Cristina Ruiz
    Cristina Ruiz

    Muchísimas gracias una vez más por defender la realidad frente a los chamanismos que crean falsas esperanzas. grande, como siempre

    1. Avatar de José R. Alonso

      Muchas gracias por sus amables palabras. Me alegra que me digan que lo que escribo resulta útil. ¡Feliz domingo!

  3. Avatar de Asociación AutisMap

    Totalmente de acuerdo con tus palabras Jose Ramón. Se habla muy poco de la adolescencia y de la edad adulta en el autismo: sigue siendo tabú y “no vende” igual que la etapa infantil. La falta de recursos y de voluntad política para reconocer dicha realidad y los derechos que supuestamente esas personas tienen cuando crecen (que no son tales en la práctica) y, por último, el acceso al empleo es una quimera porque aunque no lo tratas en éste artículo las personas con TEA no titulan si tienen adaptaciones curriculares significativas (y a veces no significativas). Un diagnóstico TEA es igual a no obtener un título que acredite unos estudios o conocimientos con los que acceder a ese mercado laboral. Esperemos que esto también cambie lo cual sucederá muchísimo antes si logramos una UNIDAD real y acciones coordinadas por parte del movimiento asociativo, estamento político e institucional y sociedad en general. Seamos positivos y esperemos que ese cambio llegue y lo veamos… pero NUNCA dejemos de ser realistas pues, aunque se ha mejorado algo, queda muchísimo trabajo por hacer de sensibilización y visibilización y de FORMACIÓN de esos profesionales que tratan con personas con TEA para desterrar desconocimiento, mitos, falacias, etc.

    Mucho ánimo y fuerza a todos

    Equipo AutisMap

  4. Avatar de Elias Medina V.
    Elias Medina V.

    O sea que no nos ilusionemos con la esperanza que con la madurez nuestros autistas serán curados, mi único hijo tiene ya 14 años y no habla nada, mi pregunta es podría llegar a hablar más adelante….. 😿

    1. Avatar de Andreea
      Andreea

      Investiga Protocolo Nemechek

      1. Avatar de José R. Alonso

        He buscado en PubMed la principal base de datos de artículos científicos, con más de 20 millones de publicaciones y no hay NI UNA SOLA sobre el protocolo Nemechek. Eso indica que no tiene ninguna base científica, ninguna evidencia comprobada, ninguna fiabilidad.

  5. Avatar de Julian Medina V
    Julian Medina V

    El sueño de mi vida sería q en Puerto san José…. Hubiera una institución q nos ayudara con terapias para los niños autistas y estos pudieran llevar una vida un poco más normal, el mio padece autismo severo en sus momentos de enojo de rabia se golpea y casi nos golpea xq ya tiene 14 años..
    Si pudiera alguna institución o persona de buen corazón ayudarnos con psicodol de 1 miligramos seria una gran bendición xq es un medicamento q tenemos q proporcionarle de por vida…… Dios les bendiga…..

  6. […] Una versión de este artículo fue publicada en el blog del autor, Neurociencia […]

  7. Avatar de Brenda Morales
    Brenda Morales

    Se que es frustante para muchos padres que sus hijos no hablen. Pero mi hijo de 16 años habla y su repertorio de palabras se repite todo el tiempo. Créanme no es nada fácil escuchar a tu hijo hablar sin sentido. A veces quisiera que no hablara nada. Siempre ha tenido ecolalia. A veces no lo resisto. Es algo que he tenido que aprender a vivir y aceptarlo.

  8. […] a través de ¿Qué sucede con los años a los niños con autismo? — Neurociencia […]

  9. […] a través de ¿Qué sucede con los años a los niños con autismo? — Neurociencia […]

  10. Avatar de Laura
    Laura

    Como dice Raun Kauffman, estamos dispuestos a tener esperanza en la curación de un cáncer terminal pero no estamos dispuestos a tener esperanza en que un niño de 3 años pueda superar la condición de autismo. Cómo nos gusta colgarnos esa losa de por vida, matar toda esperanza, y de paso qué bien le viene a los gabinetes de psicología infantil que han crecido como hongos en cada ciudad. Todo en nombre de no dar falsas esperanzas. No sé qué daña más, si mantener siempre la esperanza o autocomplacerse en el sambenito eterno del autismo.

    1. Avatar de José R. Alonso

      Comparar una enfermedad, como el cáncer, con una condición como el autismo, es de entender muy poco. ¿por qué no dice que tengamos esperanza de curar el síndrome de Down? Imagino que si surgen gabinetes de psicología intantil es porque hay necesidades no atendidas. Países como Estados Unidos señalan que tienen un déficit enorme de especialistas para las terapias de las personas con TEA. Decir las cosas claras no es matar la esperanza es evitar caer en manos de estafadores, que se aprovechan del amor de los padres a sus hijos para venderles falsas terapias, remedios supuestamente milagrosos, tratamientos sin ninguna base científica. Eso sí que es dañino (y de miserables). Un saludo cordial

  11. Avatar de Laura
    Laura

    Un documento muy util, una persona con autismo con 22 años logra mejorar su comportamiento depende 100% de otra persona ya que no realiza nada por si solo sino es medicado afecta algo en pasar el tiempo es una situacion dificil y de controlar poco a poco no es nada fácil tener que guardar y cerrar todo con llave es un proceso que en algunos lugares del mundo no brindan un buen acompañamiento

Muchas gracias por comentar


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