Bassettia pallida es una pequeña avispa, de 2 milímetros de longitud, que parasita robles de dos especies, Quercus geminata y Quercus virginiana, en los estados norteamericanos de Missouri, Louisiana y Texas. La avispa pone un huevo en una rama y el desarrollo de la larva induce la formación de una agalla. Seguro que ha visto agallas en un bosque con robles, aunque quizá no haya sabido qué eran. Las mejor conocidas son estructuras redondeadas cuya cubierta exterior parece madera y si las rompemos en el interior tenemos un tejido esponjoso que actúa como una cámara de cría, un refugio que da protección y alimento a la larva de la avispa.
Las agallas son muy variadas y son un ejemplo de lo que se llama un fenotipo extenso: aunque están compuestas de tejidos vegetales, su desarrollo está en gran medida controlado por los genes del insecto. La avispa induce la agalla y la agalla protege a la avispa. El que quiera comerse esa pequeña larva tiene que atravesar cubiertas duras, tejidos poco nutritivos, mucho trabajo para poco beneficio.
Las agallas son una estructura exitosa. Es muy probable que la selección por los predadores haya dirigido la evolución para conseguir una gran diversidad en su estructura. Se calcula que unas 13000 especies de insectos inducen la formación de agallas, a los que habría que sumar otras modificaciones en las plantas como los insectos que hacen que las hojas se enrollen a su alrededor
Las agallas varían en complejidad desde fosas relativamente abiertas o pliegues hasta estructuras en las que el insecto está totalmente rodeado por tejidos vegetales. Las estructuras más complejas en el mundo de las agallas son las producidas por avispas que pueden incluir estructuras externas tales como nectarios extraflorales, cubiertas de pelos, espinas o resinas pegajosas. En el caso de B. pallida la agalla es de un tipo que se conoce como «cripta», una cámara en la cual reposa la avispa en una cámara final. Cuando la avispa está madura tiene que excavar un túnel a través de la madera y la corteza para salir al mundo exterior e iniciar su vida libre. La generación asexual de avispas forma estas agallas con forma de cripta bajo la corteza mientras que la generación sexual se desarrolla en otras agallas distintas, situadas en la vena central de las hojas nuevas.
Pues bien, esta avispa parásita de las plantas puede ser manipulada por otra avispa llamada Euderus set; es decir, una avispa parásita es a su vez parasitada por otra avispa, en un proceso que se conoce como hipermanipulación. Euderus localiza las agallas producidas por Bassettia y pone en la misma cámara un huevo suyo. El huevo de Euderus eclosionará cerca de la larva de Bassettia y empezará a devorarla pero también modificará en un aspecto importante su comportamiento.
Estas avispas no son el único ejemplo de hipermanipulación. Otro ejemplo de manipulador manipulado es el hongo Ophiocordyceps unilateralis, que manipula a su huésped, una hormiga arbórea de la tribu Camponotini, para que abandone el hormiguero y vaya a buscar un lugar adecuado para la reproducción del hongo. Sin embargo, Ophiocordyceps puede ser a su vez castrado por otro hongo, con lo cual la hormiga a quien ayuda en su reproducción es a este último, al segundo amo, porque el primero está ahora controlado. Curiosamente esta asociación puede ser muy prometedora para los seres humanos. O. unilateralis y otros hongos parecidos sintetizan numerosos metabolitos secundarios, productos de rutas laterales que actúan como agentes bacterianos y protegen al sistema hongo-hormiga durante la reproducción del hongo, evitando que sea colonizado por otros organismos, como por ejemplo, bacterias. Cuando los químicos farmacéuticos han analizado esos productos naturales han encontrado pequeñas moléculas, como la familia de policétidos, que tienen un interés potencial como moduladores del sistema inmunitario, agentes contra las infecciones y fármacos anticancerígenos.
Finalmente, los investigadores han podido comprobar que parasitar a B. pallida tiene beneficios para E. set. Si no hay un ejemplar de B. pallida, el adulto de E. set tiene que excavar la corteza y la probabilidad de que muera atrapado en la cripta es el triple que en aquellos que comparten la cripta con B. pallida y solo tienen que atravesar el exoesqueleto de su cabeza.
Para leer más:
- Weinersmith KL, Liu SM, Forbes AA, Egan SP (2017) Tales from the crypt: a parasitoid manipulates the behaviour of its parasite host. Proc Biol Sci 284(1847). pii: 20162365.
Una respuesta a “Cuentos desde la cripta”
Magnífico! Alucinante!