Tenía que ocurrir.
Ocurrió antes. Después.
Más cerca. Más lejos.
Ocurrió, no a ti.
Te salvaste porque fuiste el primero.
Te salvaste porque fuiste el último.
Porque estabas solo. Porque la gente.
Porque a la izquierda. Porque a la derecha.
Porque llovía. Porque había sombra.
Porque hacía sol.
Por fortuna había allí un bosque.
Por fortuna no había árboles.
Por fortuna una vía, un gancho, una viga, un freno,
un marco, una curva, un milímetro, un segundo.
Por fortuna una cuchilla nadaba en el agua.
Debido a, ya que, y en cambio, a pesar de.
Qué hubiera ocurrido si la mano, el pie,
a un paso, por un pelo,
por casualidad,
¡Ah, estás! Directamente de un momento todavía entreabierto.
La red tenía un solo punto, y tú a través de ese punto.
No dejo de asombrarme, de quedarme sin habla.
Escucha
cuán rápido me late tu corazón.
Wislawa Szymborska
Versión de Abel A. Murcia
Una respuesta a «Si acaso»
Una poesia apropiada para los padres con niños con necesidades especiales, que algún día nos preguntamos porqué les tocó a ellos (mucho más que a nosotros) lidiar con una vida dificultosa… aún más de lo que ya es para todos.
Porque nació prematuro… o postérmino, porque tomamos ácido fólico… o no lo tomamos, porque el padre es demasiado mayor o no.., porque tuve la gripe durante el embarazo, o fue un refriado (?), porque le dí el pecho, porque hay una antena de telefonia delante de casa… o porque la autopista no está lejos. Sencillamente, ¿y por qué no?
Gracias por ayudar en la reflexión a través de las palabras bonitas