Este jueves 25 hubo un pequeño «incendio» en las redes sociales en relación con el ayuntamiento de Valladolid y su alcalde, Óscar Puente. El motivo era la cesión gratuita de espacios municipales, en concreto el centro cívico J.M. Luelmo, para la realización del IV Congreso de Terapias Naturales de Castilla y León. La propaganda del evento incluye de forma bien patente «con la colaboración del ayuntamiento de Valladolid» y su escudo.
«Terapia natural» es algo que suena bien pero a poco que rasquemos, lo que se ve no es nada inocente: son pseudoterapias, sin ninguna evidencia comprobada y capaces de generar un grave daño, en especial en las personas enfermas y sus familiares. Alguno de los ponentes de ese congreso a celebrar en las instalaciones municipales vallisoletanas es experto en bioneuroemoción, una teoría necia que dice que la culpa de un cáncer puede ser un conflicto con tus familiares. Otro recomienda el empleo de MMS, una lejía industrial, en niños con autismo, una aberración cruel sin ningún resultado positivo. Este producto está prohibido para el consumo humano y su promoción para estos fines es un delito. Otros se dedican a la biodanza, al reiki, a la sexualidad sagrada, al control psíquico, a la homeopatía, al perdón transpersonal, a las flores de Bach… Ninguna de esas técnicas ha mostrado su eficacia y sí han causado daño económico y emocional e incluso, en algunos casos, la muerte, al abandonar algunos enfermos los tratamientos sugeridos por sus médicos. No nos puede dar igual.
Investigadores, médicos, padres de niños con discapacidad y profesores de universidades y centros de investigación de toda España consideraron —consideramos— que era una vergüenza que recursos públicos se pusieran al servicio de quien busca un beneficio económico generando un daño a la salud y lo pusieron en conocimiento del ayuntamiento de Valladolid y de su alcalde a través de las redes sociales. También se sumaron algunas de las principales asociaciones nacionales en contra de las falsas terapias. Se pidió que recapacitaran, que no actuaran al servicio de intereses particulares, que no avalasen con el nombre del ayuntamiento estas conferencias. La respuesta de Óscar Puente fueron mensajes diciendo que eran «gilipolleces», que él no daba las horas en los centros cívicos, que era cosa de un concejal de otro partido y finalmente, bloqueó de su cuenta de twitter a todos los que le pedíamos que actuase como un servidor público y como máximo representante del ayuntamiento.
En otras ciudades, cuando ha habido actividades de este tipo y la consecuente denuncia, la institución afectada ha reaccionado inmediatamente retirando la autorización, exigiendo que no se utilizase su logo y en general, protegiendo la salud de sus conciudadanos. No sabemos porqué aquí no es así. Es lógico que se apoyen las iniciativas particulares y de asociaciones pero debe haber un límite y hay uno muy sencillo: que no se cedan instalaciones para nada que vaya contra la dignidad de las personas o en contra de su salud.
Para leer más:
- Comín D (2015) Tratamientos extremadamente peligrosos para niños con autismo: MMS y MMS2. https://autismodiario.org/2015/11/14/tratamientos-extremadamente-peligrosos-para-ninos-con-autismo-mms-y-mms2/
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