En esos países siempre hay justos, siempre hay buenos, siempre hay personas que no se rinden, que hacen esas heroicidades de la vida cotidiana: hacer bien su trabajo, intentar mejorar las cosas, meterse en líos, sacar adelante a la familia, ganar el futuro cada día. Carlos Orellana es uno de esos. Médico pediatra y neurólogo, con una especialidad realizada en España, padre de tres niños, la pequeña con un trastorno del espectro autista. ¿A cuántos niños habrá ayudado? El día que llegué a Guatemala no estaba porque había ido a un pueblo a diagnosticar a un montón de niños con necesidades especiales para los que alguien, otro «justo», ha creado una escuelita. Me vinieron a recoger al aeropuerto sus padres y sus hermanas y estuve con ellos hasta que él llegó y me alojó en su casa, con su familia. Fueron días de mucho trabajo y de irnos conociendo. El objetivo era formar personas que supieran atender a los niños con TEA. «No te preocupes si no es perfecto, ahora hay muchas zonas donde no hay nadie».
Un amigo común me ha dicho que han propuesto a Carlos para una lista que se llama Guatemaltecos Ilustres. No le hace ninguna falta aparecer en ella porque ya lo es, pero si hace falta que con esa excusa en su país se hable de autismo, y de déficit de atención, y de niños que necesitan muchas cosas pero cariño antes que nada. Él se lo da, cada día. Y se preocupa porque los profesionales estén mejor formados porque es el mejor camino para que los niños mejoren todo lo que pueden mejorar.
Así que échanos una mano, por favor, para difundir esta votación y para que voten a Carlos en esta dirección:
http://guatemaltecosilustres.com/cientifica/carlos-orellana-ayala/
Porque si alguien se lo merece en este maldito mundo en el que vivimos es él.
¡Muchas gracias!
4 respuestas a “Un hombre bueno”
Muchas gracias.
Tus palabras llegan muy hondo en el corazón.
Deseo bendiciones para ti, tu familia y tu trabajo.
Un abrazo muy grande.
Que mas se puede decir de un gran medico y un gran ser humano, al doctor Carlos orellana ayala tube la bendición de conocerle hace 7 años despues de visitar a muchos neurólogos aca en Guatemala buscando quien me dijera que era lo que tenía mi niña de tan solo 6 meses,de vida y encontrarle a el y que dijera que me prometia que iba a,luchar por mi hija y su bienestar me dio la tranquilidad que necesitaba, lastimosamente a causa de un sindrome de west y muchas mas complicaciones de salud y neurológicas mi hija falleció a los 11 meses de vida y despues de 3 meses hospitalizada. Nunca me cansare de agradecerle a dios por haver puesto en mi vida y en la vida de mi niña a un angel sin alas como es el doctor orellana quien me cumplio su promesa hasta el ultimo aliento de vida de mi hija. Las palabras no alcanzan cuando de conoce a un gran medico, padre, hijo, hermano y ser humano que busca siempre ayudar a tantos niños y sus padres.
Dr Alonzo gracias por compartir con nosotros todo lo que sabe. Gracias y que lindas palabras para el dr Orellana.
Muy merecida cada línea , es un gran médico con un Don de Gente valioso y escaso en nuestros días !! Gracias por su amistad y por estar en Guatemala trabajando , con los niños con su gente !!!