Patton provenía de una familia de militares, se formó en la academia de West Point,
A comienzos de agosto de 1943 Patton tuvo un incidente que marcaría su carrera militar. Visitando a los enfermos que habían participado en la campaña de Sicilia, entró en una tienda-hospital donde además de las camas ocupadas por heridos había un soldado sentado en un taburete, Charles Kuhl. Patton le preguntó que donde estaba herido y Kuhl encogió los hombros y respondió que más que herido estaba «nervioso», añadiendo «creo que no puedo soportarlo».
Una semana más tarde, Patton tuvo otro altercado similar con otro soldado llamado Paul G. Bennett, de 21 años. Su historia clínica indicaba que «no podía dormir y estaba nervioso».
Cuando la historia se comentó y se supo que los hombres estaban realmente enfermos, el comandante en Jefe Dwight Eisenhower ordenó a Patton que se disculpara con ellos y con los médicos.
Entiendo claramente que medidas drásticas y firmes son a veces necesarias para asegurar los objetivos deseados. Pero eso no excusa la brutalidad, abusar de unos enfermos ni exhibir un temperamento fuera de control delante de subordinados… Considero que los servicios personales que has prestado a los Estados Unidos y a la causa de los Aliados durante las pasadas semanas son de un valor incalculable, pero no obstante si hay un elemento considerable de verdad en las alegaciones que acompañan esta carta, debo seriamente cuestionar tu buen juicio y tu autodisciplina hasta generar serias dudas en mi mente sobre tu utilidad futura.
Eisenhower no hizo un registro formal del incidente en el expediente de Patton pero le insistió en que debía disculparse. Éste mandó llamar a los dos soldados y lo hizo, aunque a regañadientes y luego criticó a su superior «es una muestra de como está la justicia cuando un comandante del ejército tiene que dar jabón a un emboscado para aplacar la timidez de aquellos que están por encima». Cuando lo sucedido se supo entre los soldados del Séptimo Ejército, Patton fue a cada una de sus divisiones dando un discurso de quince minutos, elogiando el comportamiento de las tropas y pidiendo disculpas si había sido muy duro con ellos. En la Tercera División, Patton se emocionó cuando sus hombres empezaron a cantar «No, general, no, no» para que no se disculpara.
El sistema es flexible y automático: el miedo intenso genera que la región de las funciones superiores, la corteza cerebral, se desenchufe, no sentimos compasión ni hacemos pensamientos elaborados. Las partes más primitivas del cerebro toman el mando, el único interés es tan solo sobrevivir y esto nos hace funcionar con el piloto automático puesto, con respuestas casi instintivas, muy rápidas. Pero incluso con esos tiempos de respuesta mínimos, el cerebro organiza bien las cosas.
Hay quien se plantea que porqué es así, porqué la evolución no ha escogido la que sea la mejor respuesta, luchar o huir o desmayarse, porque no todos somos todos unos «echaos palante» como Patton o unos cobardes como los soldados que lloraban pensando en tener que volver al frente. Probablemente, porque no hay una respuesta mejor, porque es posible que los valientes tengan más éxito reproductivo, supuestamente las mujeres se derriten por los valientes, pero también es cierto que los cementerios están llenos de ellos.
Hay también un componente social. El grupo puede rechazar al cobarde porque no defiende al resto del equipo pero el valiente también mete a los demás en situaciones de riesgo con mucha mayor frecuencia. Son siempre equilibrios, tanto grupales como individuales, tienes menos riesgo si no eres tú el que vas el primero a clavar la lanza en el mamut pero si no hay suficiente comida no será fácil para nadie procrear y esparcir los genes en las siguientes generaciones. Hay quien dice que solo puede haber cobardes si existen unos valientes detrás de los que esconderse y en realidad, parece que lo mejor para una sociedad es la diversidad, que el grupo incluya cobardes y valientes, unos preparados para luchar y otros que sobrevivan si las cosas vienen mal dadas aunque sea a costa de haberse escondido temblando.
Las diferencias entre cobardes y valientes tienen evidentemente un sustrato cerebral. Hay un caso muy bien estudiado, el de una mujer cuyas iniciales son SM. Esta mujer tenía daño bilateral en la amígdala, una región del sistema límbico que interviene en el miedo. Los niños con mayores niveles de ansiedad suelen tener amígdalas de mayor tamaño y conexiones más intensas entre la amígdala y las regiones cerebrales encargadas de la atención, la percepción de las emociones y su regulación. Los investigadores pusieron a SM frente a serpientes, frente a arañas, la dieron un tour por una casa embrujada y le mostraron películas de esas que ponen los pelos de punta. Nada pareció afectarla. Tampoco tuvo miedo en sucesos que le pasaron a lo largo de la vida como cuando le atracaron a punta de pistola, o en otra ocasión cuando le amenazaron con una navaja o en una tercera cuando casi muere en un accidente doméstico. Sin embargo, en otro experimento en el que la expusieron a vapores de hielo seco, una forma de aspirar CO2 que genera sensación de asfixia, su respuesta fue un brutal ataque de pánico. Esta respuesta que era incluso excesiva, sugiere que la amígdala no debe ser la única zona cerebral que procese el miedo. Un buen candidato es el hipotálamo porque cuando esta región cerebral es bloqueada en ratones, pierden también las respuestas inducidas por el miedo.
Para leer más:
- Axelrod A (2006) Patton: A Biography. Palgrave Macmillan, Londres.
- Blumenson M (1974), The Patton Papers: 1940–1945. Houghton Mifflin, Boston.
- Chesler C (2014) The coward. http://aeon.co/magazine/psychology/are-some-people-wired-to-be-cowards/
- Majori G (2012) Short History of Malaria and Its Eradication in Italy With Short Notes on the Fight Against the Infection in the Mediterranean Basin. Mediterr J Hematol Infect Dis. 2012; 4(1): e2012016.
3 respuestas a «Patton y la cobardía»
Me ha resultado muy interesante esta entrada, como tantas otras a las que nos tienes acostumbrados. Leí en este libro sobre la mafia http://hilandolibros.com/Jimmy-Hoffa-Caso-cerrado-ISBN-978-84-9892-677-4-Codigo-001,121992 sobre los tratos de Patton con la mafia italiana cuando los aliados comienzan a ocupar Italia. Un libro que yo también te recomiendo porque, en mi opinión, no tiene desperdicio para saber de cómo la mafia fue afianzándose en los Estados Unidos.
En primer lugar la “famosa frase” antes del desembarco de Normandía que «Ningún hijo de puta ha ganado nunca una guerra muriendo por su país…» es muy idiota: los soldados italianos ganaron exactamente la I Guerra Mundial asì mismo enefrentando las ametralladoras austro-ungaricas atrinceradas cara a cara, de pecho y con muchisimas bajas (600.000 muertos) obvio!!!
Despues viene el echo de que Patton no era brillante ni genial, ni capacitado: hay que aclarar como que fue un general criminoso, sangriento, frio y loco por la guerra y matar gente.
Su mayor carrera la hizo en un ejercito que tuvo la gran ventaja de entrar solo al tercer año de guerra para invadir el teritorio enemigo desde un ejercito joven, bien equipado, bien apoyado con economia y industrias no golpeadas.
Tras la invasion de Sicilia en julio 1943 y los primeros días después del desembarco, los invasores de Patton llevaron a cabo su proprio orden criminal de matar a toda costa Italianos y Alemanes.
Los gringos yankees “liberatores” entonces se comportaron muy duramente con los prisioneros y los civiles allì siendo seguros de no recibìr represalias.
Tropas regulares USA llevaron a cabo numerosas masacres, matando a prisoneros y gente comùn, civiles o campesinos por toda la isla.
Estas matanzas fueron completamente ignoradas por la historiografía oficial: hace sólo unos años fueron sacadas a la luz por algunos estudiosos independientes (2005-2013).
Asì hoydia se nota cada monumento en estos pueblitos sicilianos que honrar sus victimas (matadas por soldados bajo el mando criminal de Patton) en Acate-Biscari, Gela, Piano Stella, Canicattì, Ponte Olivo, Santo Pietro, etc.
De todas formas Patton tenia un diario sobre estos dias y se nota su escritura de psicopata totàl… https://www.loc.gov/resource/mss35634.00108/?sp=31
El número de italianos caídos en Sicilia, a pesar de los escapados y los rendidos, demuestra el sacrificio y el valor del soldado italiano allì.
Muchos bunkers sicilianos lucharon hasta que agotaron las municiones pero despues fueron ejecutados…
Por varias razones muchos tenían el interés de hablar mal de las tropas italianas empleadas en Sicilia, sobre todo los mafiosos y los italoamericanos reunidos por US Army (Corvo, Vizzini, Lucky Luciano).
Parte de la victoria aliada fue resultado de operaciones secretas entre mafiosos desde USA y contactos con ex ciudadanos de Sicilia por descubrir lugares mejores para el desembarco, convencerlos en rendir armas y mucho mas…
No obstante la gran flota aliada de invasion uno de los 3 sectores elegidos para este desembarco en el suroeste fue la ciudad de Gela, con una extensión de unos 40 km, desde Punta Due Rocche Licatese hasta Punta Braccetto Ragusano.
En este sector tropas Yankees fueron violentamente contraatacadas en tierra, en las zonas de desembarco, hasta el punto en que se dio la orden de volver a embarcar a pocos metros del mar!
Patton habia perdido coraje y valentìa cuando en la infantería italiana y los panzers Tiger alemanes, se desató un tremendo volumen de fuego desde la flota acorazada USA, fuego que además no podía, por falta de medios, ser contrarrestado ni por medios navales italianos ni por la Real Fuerza Aérea italiana o la Luftwaffe que sea.
Tanto el US Army Corp como la USAAF y la US Navy actuaron prácticamente sin ser molestados (con una ventaja de 9 a 1) y Patton pudo seguir la penetracion! Esto no es ejemplo de coraje, solo extrema superioridad…
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