El síndrome del show de Truman

caraEl show de Truman (una vida en directo) es una película dirigida por Peter Weir y protagonizada por Jim Carrey y Ed Harris. El argumento se centra en la vida de Truman Burbank, un hombre sencillo y un poco ingenuo que tiene una tranquila existencia en uno de esos pueblos pequeños y simpáticos, donde nunca pasa nada. Sin embargo, todo eso cambia de repente: unos extraños sucesos —un foco que cae del cielo, movimientos coreografiados de la gente— le hacen sospechar que hay algo que no encaja y finalmente descubre que su vida es parte de un reality show, que sus supuestos amigos y parientes son actores, que la ciudad donde vive es un puro plató. Truman-ShowDesde antes de nacer, su vida está siendo filmada y emitida, y los propios sucesos de esa vida dependen de las decisiones del director y los guionistas y del seguimiento del público. Truman intenta escapar y no le voy a contar más por si acaso no ha visto la película.

Curiosamente existe un tipo de trastorno mental que se llama el Fenómeno Hollywood o el síndrome del show de Truman. Como quizá haya imaginado se trata de un tipo de delirio en el cual el paciente cree que está siendo filmado y que la película —en realidad, su propia vida— está siendo retransmitida para el entretenimiento de otros.

delusions-distortLos delirios, creencias falaces y fijas, son síntomas que en ausencia de un problema orgánico indican una enfermedad mental. El tipo y características del delirio varía enormemente de persona a persona, tanto como permite la imaginación. No obstante, los que han sido analizados clínicamente tienen frecuentemente tres tendencias: persecución, grandiosidad y erotomanía. En el caso del síndrome del show de Truman, las cámaras le persiguen a todas horas, su vida es el centro de interés de millones de personas y eso le convierte también en un personaje atractivo y deseable. Así lo describía uno de los pacientes:

Me di cuenta de que era y soy el centro, el foco de atención para millones y millones de personas… Mi familia y toda la gente que conocí eran y son actores en un guión, una charada cuyo único propósito es hacer de mí el foco de atención del mundo.

Dos de los investigadores más famosos sobre el síndrome del show de Truman y quienes le pusieron nombre son los hermanos Gold. Joel es psiquiatra en el Hospital Bellevue de Nueva York mientras que su hermano Ian es catedrático de Filosofía y Psiquiatría en la Universidad McGill de Montreal. The-Truman-show-cover-locandinaEllos han entrevistado a unas 50 personas con este trastorno, la mayoría hombres, blancos y con edades entre 25 y 34 años, algo normal pues los episodios psicóticos se suelen iniciar entre los 18 y los 30 años. Es posible que en nuestro mundo actual, con el formidable impacto de la televisión en general, y los realities en particular, esta particular forma de delirio vaya a más. Paolo Fusar-Poli, un psiquiatra que trabaja en Londres estima que, de los aproximadamente diez pacientes nuevos que ve cada semana, uno o dos muestran síntomas de tener un truman: «vemos muchos, muchos jóvenes que han tenido la sensación de estar siendo filmados».

Algunos casos clínicos de síndrome del show de Truman:

  • Soltero, australiano, de 22 años con un historial de dos ingresos por trastorno afectivo bipolar, en las primeras fases de un episodio maníaco. Al llegar al Reino Unido, su condición se deterioró, con ánimo alterado, problemas de sueño, exceso de energía y pensamientos acelerados. Reconoció que estaba teniendo una recaída y fue a un médico general, quien le derivó a una consulta urgente de Psiquiatría. Antes de la cita, se convenció de que era un actor y que todo lo que estaba sucediendo era una película en la que él era el protagonista. Robó un coche que hizo chocar deliberadamente porque “era un coche trucado y yo era un especialista y se suponía que tenía que estrellarlo… estaba preparado para que no sufriera daño”. Fue arrestado y luego atacó al cirujano de la policía con lo que él erróneamente creía que era una botella de cristal de azúcar [el material que se usa en las películas para atravesar una cristalera sin daño] causándole graves lesiones. El paciente explicaba que él, el cirujano y la policía eran todos actores y que sus acciones no tendrían consecuencias reales. Fue internado en prisión para realizarle los informes psiquiátricos, y tenía episodios intermitentes de violencia y problemas similares de identificación.
  • Matrona jubilada de edad madura avanzada. Había tenido varios ingresos por psicosis depresiva o esquizofrenia. En esta ocasión, estaba deprimida, madrugaba mucho, tenía retardo psicomotor, apetito y pérdida de peso y se sentía desesperanzada y con baja autoestima. Creía que sus parientes eran unos impostores y mostraba agresividad verbal hacia ellos. Creía que el hospital era un plató, ocupado por actores, el doctor encargado de los ingresos el director de la película y el propósito de la entrevista era conseguir un guión para el film. Aunque se resistía y era verbalmente hostil a los intentos de sujetarla, no era particularmente violenta. Se recuperó totalmente tras terapia electroconvulsiva.what-if-your-life-is-a-tv-show-and-the-truman-show-was-just-made-so-you-wouldnt-get-suspicious
  • Periodista – historial de depresión. Estaba maníaco y psicótico. Creía que las noticias en periódicos, online, en la televisión, eran creadas por sus colegas en los medios para su diversión personal. Creía que los que estaban a su alrededor eran actores pagados y todo lo que le rodeaba era falso y que “todos sus asociados estaban involucrados”. Durante su hospitalización intentó escapar para ver si había disparidades entre las noticias que le daban en el centro sanitario y lo que sucedía afuera.
  • Trabajó en un reality de la televisión y llegó a creer que era la persona cuya vida estaba siendo retransmitida. Pensaba que era un “concursante secreto”. También creía que todos sus pensamientos eran controlados por un miembro del equipo de rodaje pagado por su familia.
  • Creía que le seguía el servicio secreto. Tenía un trastorno de hiperactividad con déficit de atención y episodios depresivos. Decía que había un esquema similar al del show de Truman. Creía que era el director de la trama, que involucraba a todo el mundo en su vida incluida la plantilla del hospital y que toda esa gente eran actores. Pensaba que podría estar siendo grabado mientras estaba en el hospital. Creía que las noticias eran fabricadas y que lo que decía la radio era grabado para él. Creía que la trama terminaría el día de Navidad y que entonces le dejarían libre.
  • Su madre le pilló desmontando el termostato de su casa buscando si había allí una cámara oculta, pensaba que espiaban todos sus pasos en internet, y que las páginas web en las que entraba contenían mensajes en clave para él. Fue con su hermana y unos amigos a un festival de música y de repente todo tuvo sentido para él: desde el comienzo de la universidad había sido la estrella de un reality show en la televisión. Tenía que estar rodeado de cámaras ocultas. Aquella noche, mientras uno de los grupos tocaba, sería la final. Todo lo que tenía que hacer era llamar a su padre, que le encontraría entre la multitud que escuchaba el concierto, le subiría al escenario y le darían un cheque por un millón de dólares.

nota_postuma_11_s_2Las personas con un truman intentan comparar sus ideas delirantes con el mundo real. Uno de ellos viajó a Nueva York para comprobar que el atentado terrorista del 11-S era un suceso real y no un giro imaginativo de sus guionistas. Otro entró en un edificio federal en el Bajo Manhattan pidiendo que le ayudaran a escapar de su película. Uno de los pacientes de los Gold, un veterano del ejército, quería trepar por la Estatua de la Libertad, creyendo que de esa manera podría librarse del show. El síndrome de Truman puede resultar en violencia, hostilidad verbal y falta de cooperación. Puede nacer del conflicto entre el mundo real y el creado por el delirio. Una película, un argumento donde yo soy el protagonista puede ser un buen punto intermedio que haga que la incoherencia entre ambas narrativas encajen.

A veces vemos los trastornos mentales como algo intemporal, a menudo descrito desde los tiempos de Hipócrates, pero este síndrome está fundamentado en inventos del siglo XX, el cinematógrafo y la televisión. Quizá el equivalente siglos atrás del síndrome de Truman serían esos delirios con los libros, sentirse parte de una trama, ajena claro a la realidad, que tan bien retrata Miguel de Cervantes en su personaje don Quijote y los libros de caballerías. El psiquiatra Joseph Weiner comentaba que «en la década de 1940 los pacientes psicóticos expresaban delirios acerca de que sus cerebros estaban controlados por ondas de radio, ahora estos pacientes se quejan habitualmente de que les han implantado un chip informático». Los delirios se «actualizan».Tinfoil hat

Los reality shows son una parte fundamental de la cultura popular en las últimas décadas del siglo XX y las primeras del XXI. Baratos de producir y capaces de generar enormes audiencias para ver y escuchar las miserias de unos personajes patéticos, generan un interés que hace que encajen bien en una persona psicótica. Frente al personaje clásico que piensa que la CIA le espía, en el truman tenemos personas que creen que están siendo continuamente filmados, observados y comentados por una audiencia millonaria.

movies-the-truman-showEl show de Truman fue elegido una de las diez películas de ciencia ficción más proféticas de la historia. Los programas televisivos, aunque los llamen realities, poco tiene que ver con la realidad. El grupo es falso —no se aguantan pero están juntos—; el escenario —me da igual que parezca una vivienda, una tertulia o un bar— es falso; la línea principal del guión es falsa —te pagan por en teoría ser tu mismo, simplemente por vivir, cuando nunca has mentido tanto, ni has ocultado tanto tu verdadero rostro; las tramas son falsas —los guionistas las manipulan a su antojo, … es comprensible que le pueda encajar a un psicótico. A Truman le dice el director:«Ahí fuera no hay mas verdad que la que hay en el mundo que he creado para ti». Confirmando ese sentido profético, un año después de El show de Truman se estrenó uno de los programas de más éxito de la historia de la televisión: Gran Hermano.

 

Para leer más:

José Ramón Alonso

CATEDRÁTICO EN LA Universidad de Salamanca

Neurocientífico: Producción científica

ORCIDLensScopusWebofScienceScholar

BNEDialNetGredosLibrary of Congress


5 respuestas a «El síndrome del show de Truman»

  1. Avatar de N.P.I. (@Noel_PI)

    ¿Podría ser que algunos relatos mitológicos, como por ejemplo los de semidioses, estuvieran basados en personas con este síndrome?
    En la antigüedad lo más parecido a un show de televisión «era» los dioses observando y manipulando la vida de los mortales.

    1. Avatar de José R. Alonso

      No me parece muy plausible. Todas las culturas generan mitologías con seres con propiedades extraordinarios y que buscan dar una explicación a los sucesos meteorológicos, estacionales, a las pasiones humanas, a las grandes preguntas de la Humanidad. Un saludo cordial

  2. Avatar de José
    José

    Me parece aterrador cómo se recuperó la matrona del segundo caso. Me extraña que no haya hecho usted ninguna apreciación al respecto. Otra cosa que me gustaría plantearle es la siguiente: ¿quienes nos creemos para diagnosticar si una persona está «loca»?, ¿no puede ser que lo estemos nosotros y que ella esté cuerda?
    Esto no lo hago para sembrar cizaña, yo admiro su blog, solo por el placer de debatir.

    1. Avatar de José R. Alonso

      Imagino que se refiere al uso de terapia electroconvulsiva, el popular electroshock. Realmente parece que es una técnica con muy mala fama pero que resulta eficaz en algunos casos, como por ejemplo en las depresiones refractarias, las que no responden a ningún tratamiento.
      Con respecto a quiénes nos creemos nosotros para diagnosticar si una persona está loca, parte de aceptar algunos supuestos: que hay personas que pierden la razón, que la sociedad debe ayudar a estas personas, que hay un ámbito laboral que estudia y se especializa en los problemas sanitarios, y dentro de ése, algunos profesionales se especializan en los trastornos mentales. Evidentemente hay modas, ha habido uso político de los tratamientos mentales, etc. pero creo que el sistema funciona y sí que hay personas que muestran una alteración patológica de sus procesos mentales y que establecer qué alteración es y cómo afrontarla es de lo que tratan el proceso de diagnóstico.

      1. Avatar de Armando
        Armando

        Hola. Mire yo estuve pasando por algo similar al delirio. Era mas bien una neurosis obsesiva que disminuia cuando estaba con amigos y solo venia cuando estaba solo y aburrido. Luego de constatar muchas razones de porque mi vida no es un reality o algo que me ocultara la verdad, tengo una duda. ¿Como fue posible que ni Jim Carrey, director o alguna persona que trabajara o conociera la pelicula, no sufriera de estos delirios? Muchas gracias y espero su respuesta.

Muchas gracias por comentar


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