Michel Eyquem de Montaigne fue un escritor, humanista y político del Renacimiento francés. Con su libro Ensayos definió este género literario para la modernidad y lo refundó como un espacio de pensamiento, de libertad intelectual, de introspección sincera y profunda en la naturaleza del hombre y de uno mismo. Escribe Montaigne «Quiero que se me vea en mi forma simple, natural y ordinaria, sin contención ni artificio, pues yo soy el objeto de mi libro».
Sus Ensayos son una combinación de crónica, de relato, de pensamiento, de poesía; aderezados con numerosas citas clásicas de los grandes escritores de la Antigüedad: Horacio, Virgilio, Cátulo, Cicerón, Juvenal…
El capítulo XXVII de los Ensayos, uno de mis favoritos, se titula De la Amistad. Muchos animales son sociales pero muy pocas especies tienen eso que llamamos amistad. Lo muestran más o menos claro los primates, cetáceos y elefantes —los tres grupos con los cerebros más grandes— y también algunos caballos y algunos camélidos. Todos ellos viven en grupos estables con una intensa interrelación pero al contrario que los rebaños de ciervos u ovejas, más igualitarios o más amorfos, hay aquí un escalafón, grados de socialización, niveles de amistad.
Ello no obstante, el grupo humano medio es más numeroso que esos 50 animales que forman las poblaciones de babuinos o de macacos. Se aproxima a unos 150, el famoso número de Dunbar, que define el número de personas con las que mantenemos un contacto frecuente y que encaja en muchas de las organizaciones sociales típicas de los humanos. La amistad debe ser cultivada y eso requiere tiempo y pequeños refuerzos. En los simios se logra con ese contacto físico en el cual se rascan unos a otros y se despiojan. Nosotros lo hacemos de forma más sutil, pero entre los amigos es frecuente el contacto, cogerse del brazo, pequeños golpes, cortos abrazos.
Seas un mono, un delfín o un ser humano, la amistad es una inversión rentable, ya que es un componente fundamental de la felicidad. Como sospechamos, lo importante es la calidad de esa amistad y no la cantidad. Cuando el grupo aumenta de tamaño, hay que dedicar más tiempo a despiojar y rascar, pero esa actividad se concentra en un número muy reducido de colegas: es mejor contar con pocos amigos buenos, que si es necesario acudan en tu ayuda, a tener muchos seudoamigos que salgan corriendo a la menor dificultad.
La amistad se basa en esta distinción y detectar estos vínculos, saber quién es amigo de quién, es una habilidad fundamental en cualquier red social, en particular en grupos heterogéneos. Es algo de lo que se encargan los lóbulos frontales del cerebro, el lugar donde se sopesan las relaciones sociales. En 1985 SOS Racisme inventó un eslogan que luego se convertiría en su lema oficial: «Touche pas à mon pote». «No toques a mi amigo», un mensaje que triunfó en los institutos donde los estudiantes de origen europeo se pusieron del lado de sus compañeros de origen magrebí.
En lo que se ha llamado la hipótesis del cerebro social, relaciones complejas de amistad requieren cerebros más grandes o los cerebros más grandes permiten que surjan, cada vez con más fuerza, patrones de amistad. Curiosamente no hace referencia solo a las especies sino también a los individuos. Los estudios de neuroimagen, tanto en macacos como en humanos, muestran que a mayor número de amigos más tamaño de los lóbulos frontales.
Las relaciones sociales se basan en una dedicación constante e intensa: todos los animales con amigos dedican tiempo a tocarse mutuamente, a hacer cosas juntos, un esfuerzo que consume una buena parte de la jornada. Entonces, ¿cómo conseguimos nosotros atender a tanta gente, a ese grupo que alcanza las 150 personas? Primitivamente mediante tres mecanismos: reír, cantar y bailar.
La amistad es una parte fundamental de nuestro bienestar. Los amigos tienen un impacto potente en nuestra salud, nuestra situación económica y nuestro disfrute emocional. Las personas sin amigos tienen un 50% más de probabilidades de morir en un período determinado que aquellos con fuertes vínculos de amistad. Se calcula que la carencia de lazos sociales es tan mala para la salud como el beber o el fumar, genera experiencias que se parecen al dolor físico, aumenta los niveles de estrés y provoca una mayor vulnerabilidad a las enfermedades.
Un aspecto fundamental de la amistad está basado en la llamada lateoría de la mente: nuestra capacidad mental para ponernos en el lugar de otro, de entender de una forma casi instantánea cómo se siente, lo que está pasando por su cabeza. Las personas con trastornos del espectro autista tienen dificultades con la teoría de la mente y eso les dificulta hacer amigos o mantener una amistad.
Aún con estas ideas generales, cada uno somos distintos y es evidente que hay personas que mantienen redes más amplias o intensas de amistad mientras que otros aseguran sentirse especialmente bien cuando están solos.
Michael de Montaigne tuvo una amistad inconmensurable con Étienne de La Boétie. De hecho, De la Amistad es en gran medida un homenaje a él.
Para Montaigne su vida está mutilada tras la temprana muerte de Étienne: «desde el día que le perdí […] no hago sino errar y languidecer».
…si comparo, digo, toda mi vida con los cuatro años que me fue dado disfrutar de la dulce compañía y sociedad de La Boétie, el otro tiempo de mi existencia no es más que humo, y noche pesada y tenebrosa. Desde el día en que la perdí,
¡Día fatal que debo llorar, que debo honrar toda mi vida, puesto que tal ha sido, oh dioses inmortales, vuestra suprema voluntad! (Virgilio Eneida, V, 49)
no hago más que arrastrarme lánguidamente; los placeres mismos que se me ofrecen, en lugar de consolarme, redoblan el sentimiento de su pérdida; como lo compartíamos todo, me parece que yo le robo la parte que le correspondía.
Y yo creo que ningún placer debe serme lícito ahora que ya no existe aquel con quien todo lo compartía. (Terencio, Heautont, act. I, esc. 1, v. 97)
Me encontraba yo tan hecho, tan acostumbrado a ser el segundo en todas partes, que se me figura no ser ahora más que la mitad.
Puesto que un destino cruel me ha robado prematuramente esta dulce mitad de mi alma, ¿qué hacer de la otra mitad separada de la que para mí era mucho más cara? El mismo día nos hizo desgraciados a los dos. (Horacio. Od., II, 17, 5.)
No ejecuto ninguna acción ni pasa por mi mente ninguna idea sin que le eche de menos, como hubiera hecho él si lo le hubiese precedido, pues así como me sobrepasaba infinitamente en todo saber y virtud, así me sobrepujaba también en los deberes de la amistad.
Antes me avergüence de mí mismo, que deje de verter lágrimas por un amigo tan entrañable. (Horacio, I, 24, 1.)
¡Oh hermano mío, qué desgracia para mí la de haberte perdido! Tu muerte acabó con todos nuestros placeres. ¡Contigo se disipó toda la dicha que me procuraba tu dulce amistad; contigo toda mi alma está enterrada! ¡Desde que tú no existes he abandonado las musas y todo lo que formaba el encanto de mi vida!… ¿No podré ya hablarte ni oír el timbre de tu voz? ¡Oh, tú que para mí eras más caro que la vida misma!, ¡oh, hermano mío! ¿No podré ya verte más? ¡Al menos me quedará el consuelo de amarte toda mi vida! (Cátulo, LXVIII, 20, LXV, 9.)
Para leer más:
- Brent L (2014) Friends with benefits. New Scientist 2970: 37-39.
- Dunbar R (2014) The bright stuff. New Scientist 2970: 34-36.
- Montaigne M Ensayos http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor-din/ensayos-de-montaigne–0/html/fefb17e2-82b1-11df-acc7-002185ce6064_157.html#I_33_
- Rodríguez Genovés F (2006) Política y amistad en Montaigne y La Boétie. Institució Alfons el Magnànim, Valencia. http://www.nodulo.org/ec/2007/n059p07.htm
- http://www.cicloliterario.com/ciclo63agosto2007/laboetie.html
9 respuestas a “De la Amistad”
[…] De la Amistad […]
He puesto que me gusta cuando querría escribir “me parece excelente”. Me ha gustado muchísimo, me encanta aprender sobre la amistad desde al ciencia pero sobre todo tu forma de relacionarlo con el ensayo de Montaigne que es uno de mis textos favoritos. Tengo hasta la piel de gallina. De verdad, gracias por ofrecernos estas piezas, tu blog es una delicatesen.
Un beso de parte de la presidenta de tu club de fans :*
Gracias, Laura. Siempre eres positiva y nos das ánimos a todos. Un ejemplo de amiga. Lo paso bien escribiendo pero aquí se me iba de madre (pensaba en Moli regañándome cada vez que leía el número de palabras) y tuve que dejar fuera cosas como los factores más importantes para que dos personas sean amigas o si es posible una amistad entre hombre y mujer. ¡Para otro post! Gracias mil.
Sobre si es posible una amistad entre hombre y mujer te lo digo yo: SI. Tal cual, una amistad profunda y duradera para toda la vida sin ninguna tensión sexual ni malentendidos. No creo haber utilizado ni 40 palabras….espero tu apreciación sobre el tema XD
A mi la amistad me parece un gran tema sobre el que se piensa poco y mal. Tengo la suerte de tener grandes amigos, no muchos pero los que tengo (he escrito sobre ellos) son de verdad. Y hay grandes libros sobre la amistad. ¿Has leído El ultimo encuentro? O la descripción de Richard Ford de su amistad con Raymond Carver?
que me enrrollooooo
¿Ha salido mi comentario?
El ultimo encuentro me encantó. A Laura le he dejado ser la presi, pero me reservo el carnet número 1. Cada post tuyo JR me sorprende y no me olvido del asunto q tenemos pendiente. Un besazo a los tres.
Teresa, El último encuentro es maravilloso….un libro maravilloso con una historia especial.
Excelente. Me lo he leído de corrido. Redondo y sobretodo muy sugerente. Lo utilizaré en mis clases
Gracias. Como profesor, me da alegría que usted considere mis textos útiles para sus clases.
Un saludo cordial