Imago Mundi

babylon03-redEste mapamundi, el más antiguo que se conoce, fue realizado por los babilonios en el siglo VII o VI a.C., aunque una de sus inscripciones indica que es una copia de un mapa más antiguo que, por los reinos descritos en el mapa debe ser como mínimo del siglo IX a.C. El mapa está grabado en una tableta de arcilla sin cocer de 122 x 82 milímetros, se encuentra en el British Museum y proviene de Sippar o Borsippa, en el actual Irak. Puesto que Babilonia ocupa el centro del mapa se piensa que el mapa fue creado allí. La parte superior y todo el reverso está escrito y el propio mapa tiene también inscripciones así como anotaciones en líneas y círculos para que no haya dudas sobre su interpretación.

cey3fCfWAjEmgUcpAxCtSYXXXL4j3HpexhjNOf_P3YmryPKwJ94QGRtDb3Sbc6KY-red

Imago Mundi es más que el mapa del territorio conocido, es un mapa cosmológico con una interpretación del universo. Con el norte en la parte superior, muestra a Babilonia, marcada con un rectángulo, junto al Éufrates y rodeada por una masa terrestre circular donde se localizan varias regiones como Asiria, Der, Bit-Yakin (un territorio habitado por varias tribus arameas aguas abajo del Éufrates), Habban (un territorio de los casitas) y Urartu (un reino independiente situado cerca de la frontera actual entre Rusia, Irán y Turquía). También se marcan con puntos y círculos varias ciudades. El río no está etiquetado y se representa con dos líneas paralelas, termina en una marisma que se bifurca en un estuario. También aparece marcado un canal, un antecedente del actual Shatt-el-Arab y una montaña al nordeste. Hay también algunos detalles que pueden corresponder a la historia local como un sitio marcado como el «fuerte del dios» y también una «gran muralla» que no sería desde luego la de China sino un lugar donde según textos sumerios habría nacido un personaje demoníaco. Toda esta masa terrestre está rodeada por un «río amargo» (el océano) con siete u ocho lugares alejados, distritos o islas dispuestos en triángulos que forman una estrella.

Se han conservado las descripciones de cinco de estos lugares:

  • El tercer distrito es «donde los pájaros alados no finalizan su viaje» es decir, no consiguen llegar allí.
  • En el cuarto distrito, «la luz es más brillante que en la puesta de sol o las estrellas» es decir está en el noroeste y después de la puesta de sol en verano queda en una semioscuridad.
  • La quinta zona, al norte, está en oscuridad completa, una tierra «donde no se ve nada» y «el sol no es visible»
  • La sexta isla es «donde se esconde un toro que ataca al recién llegado».
  • La séptima isla está en el este y es «donde la mañana amanece».

El texto también señala varios monstruos mitológicos que viven más allá del océano. La descripción de zonas remotas, personajes imaginarios y animales exóticos parece señalar el interés del autor por zonas muy lejanas, por explicar cómo es el mundo más allá de las fronteras conocidas, en concordancia con una época donde los imperios babilónico y asirio alcanzaron su máxima extensión y en la que, probablemente, sentían que eran el centro del universo.

 

Para leer más:

  • Smith CD (1996) Imago Mundi’s logo the Babylonian map of the world. 48(1): 209-210.

 

José Ramón Alonso

CATEDRÁTICO EN LA Universidad de Salamanca

Neurocientífico: Producción científica

ORCIDLensScopusWebofScienceScholar

BNEDialNetGredosLibrary of Congress


4 respuestas a «Imago Mundi»

  1. […] Imago Mundi […]

  2. Avatar de Medio ambiente

    Una información muy interesante Jose Ramón!!

  3. […] que han llegado hasta nosotros datan de en torno el s. VI A.C., especialmente el conocido como Imago Mundi, hallado en tierras de Babilonia y que se centraba en el río Éufrates y sus territorios más […]

  4. […] Imagen: el llamado Imago Mundi, posiblemente el mapa del mundo más antiguo que existe, data del siglo VII a. C. y reproduce un mapa anterior del siglo IX a. C. posiblemente recopilando información anterior. Fuente. […]

Muchas gracias por comentar


Artículos relacionados

Descubre más desde Neurociencia con el Dr. José Ramón Alonso

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo