Maximino el Tracio es también el primer emperador-soldado, los comandantes militares que alcanzaron el máximo poder, la púrpura imperial, tras sus éxitos en las legiones romanas y que eran impuestos por la Guardia Pretoriana.
Gibbon escribe de él que “era consciente de su origen vulgar y bárbaro, su aspecto salvaje y su total ignorancia de las artes e instituciones de la vida civil”. Maximino había sido promovido por el emperador Alejandro Severo que fue asesinado por un motín de soldados tras conocer los importantes pagos realizados a tribus germanas como precio de la paz. Esos acuerdos les privaban a ellos de sus carreras profesionales y de posibles botines de guerra por lo que indignados por la imagen de debilidad cometieron el magnicidio. Los pretorianos eligieron emperador a Maximino, responsable de los ejércitos del Rin quien lideró varias campañas exitosas contra los germanos, aunque con numerosas bajas romanas y su nombramiento como emperador y el de su hijo Máximo como César fueron inicialmente aceptados a regañadientes por el Senado romano que posteriormente les declararía enemigos de Roma y nombraría dos emperadores, Pupieno y Balbino, para frenar su avance hacia la capital del Imperio.
Maximino tenía una peculiaridad, fuentes de la época hablan de él como de “una montaña humana” , con un vigor hercúleo y se considera que parte de su éxito y popularidad entre los soldados se debía a su valor y a su enorme fuerza y altura. De hecho hay sospechas de que estaba afectado de gigantismo y le llegan a calcular, probablemente sin mucho fundamento, una altura de “un dedo por encima de los ocho pies romanos”, es decir, por encima de los 2,40 metros. La Historia Augusta (El Massimini dos) dice de él que
El gigantismo es una enfermedad hormonal causada por una producción excesiva de hormona del crecimiento durante la infancia y la adolescencia, antes de que se produzca la osificación de los cartílagos de crecimiento de los huesos largos de las extremidades. La hormona del crecimiento es sintetizada por la hipófisis o pituitaria, una glándula situada en la base del cerebro. Si el exceso de producción de hormona ocurre después de la pubertad, se produce una acromegalia. La acromegalia genera un aumento desproporcionado del tamaño de manos y pies, dolores de cabeza y articulares y alteración de las proporciones faciales por aumento de las partes acras.
El prognatismo, el crecimiento de la mandíbula y la separación de los dientes da al rostro un aspecto especial que se denomina facies acromegálica. También se produce un crecimiento anormal de algunas vísceras como el tiroides, el hígado, el riñón y el corazón. Durante unas décadas la acromegalia y el gigantismo se consideraron enfermedades diferentes con distinto origen. Posteriormente se demostró que eran manifestaciones similares con la misma patogenia y que se diferenciaban básicamente en la edad del paciente en su inicio. El gigantismo es una enfermedad rara que afecta a 3 personas por millón mientras que la acromegalia es algo más frecuente y la sufren entre 40 y 50 personas por millón. Existe también el gigantismo familiar, que es muy raro.
La hipófisis tiene tres partes: el lóbulo anterior o adenohipófisis, que es responsable de la secreción de numerosas hormonas
Siguiendo con los gigantes, un reportaje de National Geographic reseña el descubrimiento en 2012 por Simona Minozzi, una paleopatóloga de la Universidad de Pisa, de un esqueleto de un romano que sufrió gigantismo en el siglo III. Esta persona mediría 2,02 metros, una altura considerable frente a la media de sus conciudadanos que estaba entonces en 1,65-1,67 metros.
La tumba, que llamó la atención porque era mucho más grande que las demás, se excavó en una necrópolis en Fidene. El estudio posterior de los huesos demostró que también eran mucho mayores de lo normal y finalmente, el equipo de investigación de Minozzi encontró evidencias en el cráneo que encajaban con la presencia de un tumor de la hipófisis.
Con seguridad el esqueleto encontrado no era el de Maximino el Tracio. El dueño del esqueleto había muerto entre los 16 y los 20 años, y aunque no está clara la fecha de nacimiento de Maximino, era mucho mayor. La tumba era la de un ciudadano común y por último, Maximino y su hijo fueron asesinados por legionarios amotinados a las afueras de Aquilea y sus cabezas fueron enviadas a Roma para aplacar al Senado por lo que el esqueleto mostraría señales de violencia y no se encontraría el cráneo junto el resto del esqueleto, como sí era el caso en la tumba de Fidene. No sabemos cómo sería la vida del gigante romano. No se han encontrado ningún objeto funerario ni detalle específico en su enterramiento. Salvo por su tamaño, el enterramiento era similar a los de sus paisanos y en la misma localización lo que sugiere que estaba integrado socialmente.
Los nobles romanos desarrollaron un interés un tanto morboso por lo que ahora llamaríamos atracciones de feria.
El hombre más alto del que tengamos constancia documental fue Robert Wadlow (1918-1940), que alcanzó los 2,72 metros de altura (podemos verle en la foto junto a su padre que medía 1,80 m).
Para leer más:
- Fuhrmann, R. (2007) Die Langen Kerls – Die preussische Riesengarde 1675/1713-1806, Zeughaus Verlag, Berlín.
- Minozzi S, Pantano W, di Gennaro F, Fornaciari G, Catalano P. (2012) Pituitary Disease from the Past: A Rare Case of Gigantism in Skeletal Remains from the Roman Imperial Age. J Clin Endocrinol Metab. 2012 Oct 2. [Epub ahead of print]
- http://news.nationalgeographic.com/news/2012/11/121102-gigantism-ancient-skeleton-archaeology-history-science-rome
- http://en.wikipedia.org/wiki/Robert_Wadlow#In_music
- http://en.wikipedia.org/wiki/Potsdam_Giants
- http://it.wikipedia.org/wiki/Massimino_Trace
2 respuestas a “Gigantes”
Me encanta mucho lo que escribes, un abrazo
¡Muchas gracias!