Delirio de amor

La erotomanía o delirio de amor es un trastorno obsesivo comúnmente asociado con fans (una contracción que proviene de “fanático”) que pierden la cabeza por el objeto de su deseo. Aunque hay referencias antiguas en Hipócrates, Erasístrato, Sorano, Plutarco o Galeno, la primera descripción la realizó Jacques Ferrand (Maladie d’amour ou Mélancolie érotique) en 1632 y posteriormente el psiquiatra francés Gaëtan Gatian de Clérambault realizó una descripción detallada en un artículo titulado Les délires passionnels. Érotomanie, Revendication, Jalousie (présentation de malade) y publicado en 1921 en el Bulletin de la Société Clinique de Médecine Mentale.  

Aunque en ese primer estudio se consideraba una enfermedad exclusiva de las mujeres muy pronto fueron identificados algunos hombres que mostraban los mismos síntomas. En la actualidad la mayoría de los sujetos en las muestras de población clínica son mujeres y la mayoría de los sujetos en las muestras de población forense son hombres. En las últimas clasificaciones de trastornos mentales (DSM-IV-TR) la erotomanía o síndrome de Clérambault ya no se considera un trastorno específico y se diagnostica dentro de los trastornos delirantes.

Las características comunes de la erotomanía son las siguientes:

  • El tema central de la idea delirante es que otra persona está enamorada del paciente.
  • La erotomanía puede ser recurrente, donde la persona deseada se reemplaza por otra en un delirio similar, o fija, manteniendo la obsesión por la misma persona durante períodos prolongados. Un caso documentado ha tenido un seguimiento psiquiátrico durante 37 años con una fijación por la misma persona.
  • El paciente tiene la convicción anómala de que la diana de su delirio le pasa mensajes ocultos a través de claves, gestos o interpretaciones de cualquier acto. La mujer del caso anterior decía que  estaba segura de su amor por mensajes que él le hacía llegar a través de placas de matrícula en coches con los que se cruzaba, de la presencia del color morado en algunos objetos y de otras señales camufladas que él le enviaba.
  • En muchos casos, el paciente insiste en que fue la otra persona la primera que se enamoró o la que hizo los primeros avances. El mismo caso que mencionaba anteriormente amplió su delirio indicando que su hombre deseado le visitaba por las noches, tenía relaciones con ella a resulta de las cuales había tenido muchos hijos que sus padres y el psiquiatra le quitaban y daban en adopción sin su consentimiento.
  • La diana es normalmente de mayor estatus social o económico. Uno de los casos  del propio Clérambault era una modista de 53 años que decía que el rey Jorge V de Inglaterra estaba enamorado de ella. También pueden participar como supuestos testigos. La persona cuyo caso comentaba anteriormente contaba que muchas personas importantes sabían de su amor compartido, incluido el presidente de los Estados Unidos.
  • Mientras que la persona objeto de la atracción rechaza con mayor o menor brusquedad los acercamientos del paciente, éste construye teorías complicadas que le llevan a la supuesta conclusión de que no existen evidencias reales de dicha repulsa.
  • El objeto del deseo puede desconocer totalmente a la paciente o ser víctima durante meses o años de situaciones absurdas, humillantes o afrontar con miedo los posibles avances. Son habituales los intentos por contactar con el objeto de la idea delirante mediante llamadas telefónicas, cartas, regalos, visitas e incluso vigilándole y acechándole. La modista que hablaba del amor por ella del rey Jorge V viajaba todo lo que podía a Londres, consideraba a los turistas ingleses en París como emisarios suyos y una vez que vio moverse una cortina en una ventana del Palacio de Buckingham lo interpretó como una señal de su amado monarca. Si el rechazo al paciente es muy brusco, el sujeto deseado o cualquiera que sea visto como una amenaza a la relación pueden ser atacados físicamente por la paciente.

Entre los famosos acosados están Uma Thurman, Steven Spielberg, o Madonna. Rebecca Shaeffer, una actriz estadounidense, fue asesinada por su acosador.   Park Dietz un psiquiatra forense que ha testificado como experto en numerosos casos conocidos estudió 214 cartas enviadas a famosos y encontró que de ellas, un 16% mostraban delirios erotomaníacos con un 11% de las autoras de las misivas convencidas de que estaban casadas con el objeto de su obsesión. De las cien personas que mandaron cartas similares a políticos, cinco tenían delirios erotomaníacos y dos creían que estaban casadas con ellos. Mientras que muchos pacientes van cesando en su pasión cuando no tienen ningún refuerzo, los casos más peligrosos son cuando ese amor se transforma en odio o en celos patológicos por lo que perciben como una traición.

Un caso recogido por Enoch y Ball describía el caso de una paciente de 33 años que estaba obsesionada con Paul McCartney. La mujer explicaba que había conocido a McCartney cuando ella tenía 18 años y le pidió un autógrafo. En un criterio típico del síndrome de Clérambault, pensaba que ese incidente era más importante para McCartney que para ella. Relataba al médico que había tenido un corto affaire con él pero, sin embargo, indicaba que a partir de ahí la pasión desarrollada por McCartney se había convertido en un fastidio. Decía que sus sentimientos hacia él habían cambiado porque él dominaba su vida, que estaba obsesionado con ella y deseando casarse con ella. Creía que el exBeatle la seguía a todas partes y que cuando no podía hacerlo mandaba a sus ayudantes, a sus “títeres”. Afirmaba que en varias ocasiones había sido abducida por él, llevada a un hotel, mostrado fotografías que él tenía de ella y forzada a tener relaciones, tras lo cual el médico privado de McCarntey le ponía una inyección de algo que le hacía olvidar sus experiencias.

El caso más famoso de erotomanía en los últimos años fue el John  Hinckley Jr. Su obsesión con la actriz Jodie Foster le llevó a intentar el asesinato del presidente Ronald Reagan el 30 de marzo de 1981. Previamente Hinckley había averiguado la dirección de Foster en la Universidad de Yale y le había mandado numerosas cartas, notas y realizado muchas llamadas telefónicas. La justificación para atentar contra Reagan era demostrar a la actriz que su unión era inevitable convirtiéndose en un personaje famoso y consiguiendo un lugar en los libros de Historia.

Los investigadores encontraron en la habitación del hotel de Washington en que se había alojado Hinckley una carta dirigida a la actriz. La carta está fechada el mismo día del magnicidio, hora y media antes de que Hinkley disparase contra el presidente. Decía así:

Querida Jody: es muy posible que yo muera al intentar alcanzar a Reagan. Por esta razón precisamente te escribo ahora esta carta. Como bien sabes, te amo muchísimo. Durante los últimos siete meses te he dirigido docenas de poemas, cartas y mensajes en la débil esperanza de que te interesaras por mí. Aunque hemos hablado por teléfono un par de veces, nunca tuve la valentía de simplemente acercarme y presentarme. Honestamente, junto a mi timidez, no quería molestarte. Sé que los numerosos mensajes que dejé a tu puerta y en tu buzón eran un fastidio, pero lo sentía como la forma menos dolorosa de expresarte mi amor…

Soy feliz de que al menos conozcas mi nombre y lo que siento por ti. Y dando vueltas cerca de tu dormitorio he acabado por darme cuenta que estoy en más de una de tus conversaciones, por ridículo que esto sea. Sabes al menos que te querré siempre.

Jody, abandonaría en un segundo la idea de matar a Reagan si pudiera ganar tu corazón y vivir contigo el resto de mis días, aunque fuera totalmente en la sombra, o no importa cómo. Reconozco que la única razón por la que voy a ejecutar mi proyecto es que no puedo esperar más para causarte una gran impresión. Debo hacer ahora algo que te haga comprender claramente que todo lo hago por ti.

Sacrificando mi libertad e incluso mi vida, espero hacerte cambiar de opinión sobre mí. Escribo esta carta una hora antes de salir hacia el Hilton. Jody, te pido, por favor, que examines el fondo de tu corazón y me des al menos la oportunidad de conseguir por este acto histórico tu respeto y tu amor. Te amo para siempre

John Hinckley.

Creo que la carta habla por sí sola. Parece que además de querer impresionar a Foster, Hinckley tenía el delirio de que tras el atentado podría reemplazar de alguna manera a Reagan y vivir en la Casa Blanca con ella. En una postal sin enviar encontrada por el FBI, Hinckley había escrito “Querida Jodie, un día ocuparé la casa blanca y a los paletos se les caerá la baba de envidia«.  Hinckley disparó seis veces a Reagan, que resultó herido con el rebote de una bala. Mientras que el presidente Reagan se recuperó de sus heridas otros no fueron tan afortunados como el secretario de Prensa James Brady que recibió un disparo en la cabeza y mantiene graves déficits mentales y está anclado a una silla de ruedas. Hinckley fue considerado no culpable por trastorno mental y confinado en un hospital psiquiátrico en Washington. Después de su juicio, Hinckley insistía en que el atentado era “la mayor ofrenda de amor de la Historia del mundo” y la alarma social que causaron estas declaraciones impulsaron cambios legislativos para aplicar criterios más estrictos al uso de la locura o locura transitoria como atenuantes. En 1999, se comprobó que Hinckley había introducido a escondidas material sobre Foster en su habitación del hospital indicando que dieciocho años después del atentado seguía con su fijación por la actriz. Y es que desgraciadamente los tratamientos contra la erotomanía tienen muy poco éxito en estos delirios estables.

 

Para leer más:

José Ramón Alonso

CATEDRÁTICO EN LA Universidad de Salamanca

Neurocientífico: Producción científica

ORCIDLensScopusWebofScienceScholar

BNEDialNetGredosLibrary of Congress


2 respuestas a «Delirio de amor»

  1. Avatar de comentarista
    comentarista

    ¿Y al final qué tipo de trastorno tenía John Hinckley? Se dice que fue imposible diagnosticarlo con trastorno delirante porque para ser considerado como tal debería haber tenido la convicción de que Jodie Foster estaba enamorada de él. Y sin embargo no era así (aunque sí estaba convencido de que a futuro y gracias a su «hazaña» se la ganaría).

  2. Avatar de LM Pousa
    LM Pousa

    Es bueno no estar solo ante el delirio.

Muchas gracias por comentar


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