Libros: ¿Está Usted de broma, señor Feynman?

Después de bastantes años  haciendo Ciencia, explicando Ciencia, viviendo Ciencia  y de conocer a muchos científicos, entre ellos un buen puñado de premios Nobel, llego a la siguiente conclusión: los mejores científicos son humildes, respetuosos, cercanos, abiertos, divertidos. Las primadonnas suelen ser científicos de medio pelo, preocupados por la apariencia, por su estatus, por elevarse sobre sus colegas aunque sea pisando unas cabezas. La gente más brillante en Ciencia no considera su actividad como un trabajo de 8 a 3, ni siquiera de 8 a 8, lo considera una forma de vivir, de enfocar el mundo, de vivir una existencia plena y congruente. Los mejores científicos son celosos de su tiempo, lo más valioso que tienen, pero suelen considerar que dedicarlo a atender a un joven estudiante es una de las formas más importantes, más nobles y más necesarias de emplearlo. Y si hay una cosa que destaca en muchos, junto al interés por la música, es el buen humor. Un ejemplo excepcional es Richard Feynman.

La siguiente reseña se publica en el número de septiembre del boletín de recomendaciones Vaso de Leche

Autor: Richard P. Feynman

Título: ¿Está Ud. de broma, Sr. Feynman?

Editorial: Alianza

Richard P. Feynman es uno de los físicos teóricos más brillantes del siglo XX, especialista en electromecánica cuántica. Este libro es una biografía sui generis, donde cuenta cosas de su infancia cuando reparaba radios pensando, de su experiencia en Los Álamos trabajando en el proyecto Manhattan, la creación de la bomba atómica e intentaba reventar las cajas fuertes de sus compañeros, de su experiencia como percusionista en una escuela de samba brasileña, de sus encuentros con físicos como Einstein, Von Neumann y Pauli, con apostadores profesionales de Las Vegas como Nick el Griego y con algunas chicas de club de alterne, entre otros. Feynman es quizá el único caso de persona que fue declarado deficiente mental por el ejército norteamericano y ganó luego el Premio Nobel de Física en 1965.

Si a pesar de estas líneas, todavía no te apetece leer el libro, es que claramente no es para ti.

José Ramón Alonso

CATEDRÁTICO EN LA Universidad de Salamanca

Neurocientífico: Producción científica

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3 respuestas a «Libros: ¿Está Usted de broma, señor Feynman?»

  1. Avatar de Isabel
    Isabel

    Estoy completamente de acuerdo contigo. Las personas en general ya sean científicos, maestros, jardineros, panaderos,… lo que sea, deben ser ante todo eso, humildes, respetuosos, cercanos, abiertos, divertidos. Son las personas que disfrutan con su trabajo, sea el que sea y lo hacen considerándolo como su vida. No entiendo eso de la vida laboral de 8 a 8, como dices, y la vida personal o familiar (por separado) el resto del tiempo. Todo ello unido conforma la vida en sí y es lo que hace a las personas realizarse y vivir plenamente.
    De esos otros que solo se preocupan de las apariencias y de su estatus, procuro siempre huir de ellos.

    1. Avatar de José R. Alonso

      Gracias, Isabel, por tu comentario.
      Creo que tienes razón en ese éxito que es combinar lo que haces con lo que eres, lo que trabajas con lo que te gusta, tu vida dentro de tu período laboral y fuera de él. Pero me temo que solo una minoría lo siente así. Pero sí creo que en algunas profesiones es, o debería ser, más habitual, más frecuente. Y quiero pensar que estamos entre esos afortunados.

  2. Avatar de Sevach
    Sevach

    Para ilustrar el acierto de la recomendación del libro, ahí va un detalle sobre el personaje.

    Relata el que fuere ingenioso Premio Nobel de Física en 1965 Richard Feynman en su no menos ingeniosa biografía (¿Está usted de broma, Mr. Feynman?, Alianza Editorial, 2005) que en cierta ocasión le invitaron a dar una conferencia y la única condición que puso fue no estampar su firma más de doce veces en la documentación contable y burocrática que le presentaran, para evitar ahogarse en el tedio y fárrago burocrático. Tras dar una exitosa conferencia, cuando el científico firmó doce veces en otros tantos documentos, se negó en redondo a incumplir lo pactado y renunció al cheque si ello pasaba por la firma decimotercera.
    ¡¡ Toma ejemplo para la burocracia que suele rodear al mundo de la investigación!!
    P.D. Abrazos cálidos

Muchas gracias por comentar


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