Los ojos y el meningioma de Elizabeth Taylor

Elizabeth_TaylorElizabeth Taylor nació en 1932 en un suburbio londinense. Sus padres, Francis Lenn Taylor y Sara Sothern, eran de origen norteamericano y volvieron a Estados Unidos al estallar la II Guerra Mundial. La familia se instaló en Los Ángeles y el padre abrió una galería de arte que le puso en contacto con muchas de las celebridades del cercano Hollywood. Algunas amigas de su madre la insistieron en que la llevara a un casting para el papel de Bonnie Blue, la hija de Escarlata en “Lo que el viento se llevó”, pero su madre, que había sido actriz, se negó porque pensaba que volverían a Inglaterra cuando la guerra terminase. La Metro-Goldwyn-Mayer y Universal Pictures se pelearon por ella, siendo esta última la que consiguió firmar un contrato por siete años, actuando en su primera película “There’s One Born Every Minute” cuando tenía 9 años de edad. Menos de un año después, los estudios la despidieron al parecer precisamente por culpa de sus famosos ojos.  ElizabethTaylor_hy7lgx850wEl director dijo “sus ojos son demasiado viejos, no tiene la cara de una niña” y pensaban que estaba muy por debajo de Shirley Temple o Judy Garland, las más famosas actrices infantiles de la época. Finalmente, fichó por la MGM y actuó en “Lassie come home” en plena guerra mundial (1943), que fue la primera de las siete películas que hizo la famosa perra collie.
Después de eso siguieron decenas de películas, dos premios Óscar de la Academia, ocho matrimonios con siete maridos (con Richard Burton tropezó dos veces en esa piedra), y un importante activismo por causas como el SIDA o Israel (se había convertido al judaísmo a los 27 años). Liz decía que tuvo tres amores: Richard Burton, Mike Todd (su tercer marido, que falleció un año después de su boda en un accidente de avión y el único del que no se divorció) y las joyas. liz-taylor-new--zEntre éstas destacan el diamante Krupp, de 33 quilates y que usaba cotidianamente, el diamante Taylor-Burton, de 69 quilates y la perla Peregrina que perteneció a Felipe II quien se la regaló a María I de Inglaterra y que regresó a España tras la muerte de María Estuardo, usada por las reinas españolas durante siglos y que fue finalmente robada por José Bonaparte quien se la regaló a su sobrino, el futuro Napoleón III de Francia, quien en su exilio en Inglaterra se la vendió al Marqués de Abercorn y de ahí fue saltando de mano en mano hasta que Burton la compró en una subasta de Sotheby y se la regaló a Taylor.

La salud de Elizabeth Taylor fue un auténtico calvario. Fue hospitalizada más de 70 veces, tuvo al menos 20 cirugías mayores y ella indicaba que estuvo al borde de la muerte en cuatro ocasiones, aunque para las revistas y periódicos fueron muchas más. Tuvo que ponerse prótesis en ambas caderas, sufrió una histerectomía y lesiones graves de columna, experimentó grandes cambios de peso y obesidad, tuvo disentería y flebitis, se perforó el esófago, tuvo dos brotes de neumonía casi mortales, escoliosis, osteoporosis, era adicta a los analgésicos, el alcohol y los somníferos y tuvo un cáncer de piel  y un tumor cerebral, un meningioma. 

Los tumores cerebrales pueden ser primarios —surgidos a partir de una célula del propio encéfalo— o secundarios, resultado de un cáncer localizado en otra parte del cuerpo y que metastatiza en el cerebro. Los cánceres que forman metástasis en el encéfalo con más frecuencia son los de pulmón y los de mama.

Los tumores cerebrales pueden ser benignos o malignos y normalmente se hacen visibles por tres tipos de signos:

  • Señales resultantes de un incremento de la presión intracraneal (dolor de cabeza en la mañana, vómitos, etc.)
  • Ataques epilépticos
  • Déficits neurológicos focales (problemas en la visión, parálisis, parestesias)

Los tumores cerebrales se suelen diagnosticar con técnicas de neuroimagen o con una biopsia de la zona. Algunos se pueden eliminar quirúrgicamente como bastantes schwannomas, los tumores de la pituitaria o los meningiomas como el que tuvo la Taylor. El meningioma de Liz Taylor tenía el tamaño de una pelota de golf y estaba situado en el lóbulo parietal izquierdo, cerca de su oído izquierdo. Large left parietal meningioma Johnston Douglas 408806 08 MRI Gadolinium enhancedLos neurocirujanos trabajaron lentamente, usando una imagen tridimensional del tumor y fueron colocando pequeñas almohadillas de algodón entre la duramadre, la meninge donde había crecido el tumor, y el propio tejido cerebral. Una vez bien separadas ambas zonas,  el tumor, que no tenía conexiones ni vasos sanguíneos entrando en la corteza cerebral, fue extraído. Finalmente, la duramadre se cerró colocando un trozo de pericardio, una fina membrana que rodea el corazón, procedente de una vaca. La actriz, como en otras operaciones, pidió que en vez de enviarle flores al hospital se hicieran donaciones a la Fundación Elizabeth Taylor contra el SIDA.

Otros tipos de tumores no pueden ser abordados quirúrgicamente y deben ser tratados con radioterapia, quimioterapia citotóxica (venenos más o menos selectivos que actúan sobre las células del tumor), terapias endocrinas (algunos meningiomas expresan receptores de estrógenos y son sensibles a fármacos anti-estrogénicos) o los tratamientos con esteroides, que se usan para disminuir el edema que acompaña a algunos tumores. Los problemas de los tumores cerebrales dependen fundamentalmente del tipo de célula original, que los puede hacer más o menos agresivos, y de la localización, puesto que un tumor con una buena evolución puede estar localizado en una zona inaccesible y terminar siendo mortal.

8893_9737_5El tumor cerebral más común en niños es el astrocitoma pilocítico que tiene un buen pronóstico y permite una función neurológica normal mientras que el más común en los adultos es el glioblastoma multiforme cuyo pronóstico es pobre y los tratamientos son fundamentalmente paliativos. Otros tumores frecuentes en niños son los meduloblastomas, los hemangioblastomas, los ependimomas y los craniofaringiomas. En los adultos los más comunes además de los glioblastomas citados son los oligodendrogliomas, los adenomas pituitarios, los meningiomas y las metástasis que a menudo se sitúan en la zona entre la sustancia gris y la sustancia blanca.
Elizabeth Taylor era famosa por sus ojos de color violeta. En realidad ese tono solo aparece en algunos albinos y los ojos de la Taylor eran de un azul oscuro que parecían violetas cuando se generaba ese efecto por la iluminación y el maquillaje. Violet-Eyes-Elizabeth-Taylor’s-Violet-EyesPero esos ojos hermosos y grandes tenían una particularidad biológica: estaban rodeados por dos filas de pestañas. Una doble fila de pestañas es normalmente el resultado de una mutación en el gen FOXC2 y no siempre es un regalo del destino: a menudo las pestañas supranumerarias pueden crecer hacia dentro dañando la córnea y algunas personas que tienen esa mutación sufren de problemas cardíacos congénitos.

Elizabeth Taylor tuvo graves problemas de corazón y fue diagnosticada con un fallo cardíaco congestivo, una enfermedad progresiva en la cual el corazón es demasiado débil y no bombea suficiente sangre al cuerpo, en particular a las extremidades inferiores. En 2009 tuvo una cirugía torácica para cambiar una válvula cardíaca que no cerraba bien y en 2011 fue hospitalizada de nuevo por fallo cardíaco en el centro médico Cedars-Sinaí donde falleció el 23 de marzo de 2011. El entierro, por órdenes suyas, empezó quince minutos después de lo previsto. Al parecer, según dijo su portavoz a la prensa “quiso llegar tarde incluso a su propio funeral”. Eso sí que es genio y figura hasta la sepultura.

 

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José Ramón Alonso

CATEDRÁTICO EN LA Universidad de Salamanca

Neurocientífico: Producción científica

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2 respuestas a «Los ojos y el meningioma de Elizabeth Taylor»

  1. Avatar de mari
    mari

    Lo unico que quiero decir ese que esta es la mujer mas Bella que ha existido

  2. […] EL TUMOR TRAS UNOS OJOS BELLOS Oooootro dato que yo desconocía (ya ni me sorprende la dimensión galáctica de mi ignorancia): https://jralonso.es/2013/10/23/los-ojos-y-el-meningioma-de-elizabeth-taylor/ […]

Muchas gracias por comentar


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