Britannia reina en los ranking de universidades

Los ranking sobre las universidades europeas muestran lo que podríamos denominar DAA (dominio apabullante anglosajón). Como la antigua canción del XVIII (Rule, Britannia! rule the waves), las universidades del Reino Unido copan ocho de los diez primeros puestos europeos y monopolizan los cinco primeros. Cambridge, la segunda del mundo en muchos ranking tras Harvard, ocupa el primer puesto europeo seguida por el University College de Londres, el Imperial College, Oxford y Edimburgo. La primera no británica es el Instituto Tecnológico Federal de Zurich (ETH).

A nivel mundial, y utilizando la lista del QS, las universidades anglosajonas (Estados Unidos, Reino Unido, Australia y Canadá) ocupan 19 los 20 primeros puestos (la número 20 es el ETH). La primera española es la Universidad de Barcelona, en el puesto 171, le sigue la Autónoma de Barcelona (211), la Autónoma de Madrid (215) y la Complutense de Madrid (252). La buena noticia es que estas cuatro universidades han mejorado frente a su clasificación en el año anterior (186, 256, 254 y 306, respectivamente). En el ranking de Shanghai (ARWU), también los 19 primeros puestos son ocupados por universidades anglosajonas, pero con algunas diferencias: las universidades norteamericanas ocupan los puestos 1, 2, 3, 5, 6, 7, 8 y 9, siendo los puestos 4 y 10 para Cambridge y Oxford. El puesto 20 y primero no angloparlante no lo ocupa el Tecnológico de Zurich (que es el 23) sino la Universidad de Tokio y la primera española es también Barcelona en el grupo de 151-200 y luego la Autónoma de Madrid, la Complutense de Madrid y la Universidad de Valencia en el grupo de 201 a 300, donde aparecen por orden alfabético. En América Latina, el primer puesto en el ARWU es la Universidad de Sao Paulo (101-150) y el segundo la UNAM (151-200).

Un artículo publicado por el Sunday Times muestra, sin embargo, diferencias importantes entre el ranking del Sunday Times y  del QS Intelligence Unit, incluso para las propias universidades británicas. Según explica Zoe Thomas, responsable de esta columna, algunos de los fijos entre los diez mejores del Sunday Times, como Durham, Saint Andrews y la London School of Economics tienen puestos relativamente bajos (41, 32 y 23, respectivamente) en la lista del QS. Al contrario, otras universidades que caen en los ranking domésticos, puntúan mucho más en el listado europeo. Un ejemplo es la Universidad de Manchester, 26ª en la lista local británica y 8ª en la europea. La diferencia se basa evidentemente en los criterios utilizados. La lista local utiliza criterios más próximos al terreno como la experiencia de los estudiantes, encuestados a nivel nacional, mientras que la lista europea del QS utiliza seis indicadores, dos de ellos encuestas, una es dirigida a académicos de todo el mundo, preguntándoles cuál creen que es la mejor universidad en su disciplina y la otra a empleadores preguntándoles que piensan de los graduados que entrevistan y, en particular, de las universidades en las que esos graduados se han formado. Se da importancia también a la proporción estudiantes:plantilla, las citaciones de las publicaciones y la proporción de profesores y estudiantes extranjeros en cada universidad.

El dominio anglosajón tiene razones políticas, históricas, económicas y científicas. El inglés es el idioma de la ciencia, las mejores revistas se publican en inglés y los países de habla inglesa son líderes en la captación de los mejores profesores, investigadores, postdoc y estudiantes del mundo. Inglaterra lideró el desarrollo científico y como se ha dicho alguna vez, ese liderazgo científico no desapareció sino que «se trasladó a los Estados Unidos». Alemania que fue líder en algunos sectores científicos como la Química o la Física, no consiguió nunca convertir al alemán en un idioma científico, pagó la persecución de los científicos judíos (Hitler dijo a Max Planck que le advertía sobre el efecto de las leyes raciales sobre la ciencia germana que prefería prescindir de la ciencia por unos años si eso implicaba tener que mantener a los científicos judíos) y la derrota en la II Guerra Mundial (entre las compensaciones de  guerra, los norteamericanos se quedaron con las patentes alemanas).

La ventaja es que cada vez más, los ranking están organizados como tablas interactivas donde un usuario puede elegir los indicadores que le interesan, qué estudios va a cursar y qué cosas valora como empleabilidad, investigación, características de la ciudad, prestigio de la titulación, formación internacional, etc. Busque, compare y, sie encuentra algo mejor, matrículese.

José Ramón Alonso

CATEDRÁTICO EN LA Universidad de Salamanca

Neurocientífico: Producción científica

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